Respuestas
Respuesta:
si
Explicación:
El ataque a las libertades, el cuestionamiento de los derechos individuales, el endiosamiento de entelequias colectivistas, no constituyen coincidencias coyunturales ni episodios espontáneos. Son el antecedente de tiempos nublados, de épocas en las que se uniforma el pensamiento, se organiza a la sociedad en función de una ideología, y se dispone desde el poder cómo debe ser el hombre, en qué debe creer, qué debe adorar y qué no debe querer. Entonces, incomoda la autonomía de los individuos, porque lo peor que puede haber en ese caso, es la persona que dude, la que piense, la que busque la verdad más allá de la propaganda. Lo peor son los contestatarios, porque se escabullen a las consignas del Estado y se transforman en agentes del pensamiento libre. 1. ¿Por qué es importante la libertad de pensamiento?.- Porque la gente tiene derecho a escoger sus ideas y sus creencias, tiene derecho a equivocarse, tiene derecho a cuestionar. Tiene derecho a la resistencia, incluso según la actual Constitución. Cuando se impone una visión del mundo, una ideología o una religión, las opciones se eliminan y el “pensamiento único” suplanta a la capacidad crítica. El laicismo inauguró, a principios del siglo pasado, la libertad de conciencia en la dimensión religiosa. El laicismo debe avanzar ahora efectivamente hacia la política, en la cual no puede haber herejes, al contrario, debe haber discrepantes. No puede haber condenados, ni despreciados. Debe haber tolerancia. 2. ¿Tiene que ver la libertad de opinión con la democracia?.- Por supuesto, con la democracia entendida como “el gobierno de la opinión pública informada”, no con la democracia plebiscitaria en la cual sabe todo el que pregunta -el Gobierno- pero no sabe casi nada el que contesta –el ciudadano-, o sabe solo lo que le dice la propaganda oficial. La democracia consiste en la capacidad real de elegir entre opciones políticas, entre programas, líderes y propuestas. Es evidente, entonces, que ella no será viable si el votante carece de varias fuentes de información independiente, necesarias para formar su criterio y tomar una decisión. Si solo hay una fuente de información, la opinión que se formará la gente será distorsionada, determinada por quien genera los datos o hace los discursos. No puede haber opinión ilustrada sin libertad de fuentes, sin alternativas de periódicos, canales o emisoras. Así como en el mercado debe haber competencia para que el cliente pueda escoger bienes, servicios, precios y calidad, en la política debe haber tolerancia y diversidad ideológica, de modo que el ciudadano escoja entre ideologías, liderazgos y programas de Gobierno. Si es malo el monopolio en la economía, es pésima la intolerancia de pensamiento único en los temas del poder.