Respuestas
Respuesta:
Sea quien sea y viva donde viva, las decisiones que afecten a mi cuerpo deberían ser mías.
Todas las personas tenemos derecho a ejercer el libre control sobre nuestra sexualidad y reproducción sin sufrir discriminación, coacción ni violencia. Esto incluye:
acceder a información y servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de contracepción;
elegir si deseo casarme, cuándo y con quién;
decidir si quiero tener hijos y cuántos, lo cual incluye poder interrumpir un embarazo no deseado
vivir libre de violencia y prácticas que buscan dominar mi cuerpo y mi sexualidad como la violencia sexual, la mutilación genital y los matrimonios forzados.
El problema
En todo el mundo, a millones personas se les impide ejercer estos derechos o son perseguidas si se atreven a hacerlo . Numerosos gobiernos, grupos religiosos, líderes políticos, o incluso personas cercanas intentan dictar a quién podemos besar, a quién podemos amar, cómo debemos vestirnos, cuándo podemos tener hijos y cuántos. La falta de control sobre el propio cuerpo y la sexualidad tiene un tremendo impacto especialmente en la vida de las mujeres y las niñas pero también se ceba con las personas gays, lesbianas, transgénero, bisexuales o intersexuales.