¿Qué factores explican la continuidad del Imperio romano de Oriente a pesar
de la caída de Occidente?
Respuestas
Respuesta:
Explicación:
El Imperio romano alcanzó su mayor extensión geográfica durante el reinado del emperador Trajano (98-117), que gobernó un Estado próspero que se extendía desde Mesopotamia hasta las costas del Atlántico. El imperio contaba entonces con un Ejército numeroso y disciplinado, así como con una extensa Administración Pública basada en las prósperas ciudades que controlaban eficazmente las finanzas públicas. Entre la clase privilegiada culta, el Estado gozaba de legitimidad ideológica como la única civilización aceptable y mantenía la unidad cultural basada en el extendido conocimiento de la literatura y la retórica griegas y romanas. El poder del imperio le permitió mantener desigualdades extremas de riqueza y posición social (incluida la abundante esclavitud),10 y las redes comerciales de gran alcance permitieron incluso a los hogares modestos utilizar bienes fabricados en tierras lejanas.11
El sistema financiero le permitió recaudar copiosos impuestos que, a pesar de la corrupción endémica, sirvieron para sufragar el gran ejército, su logística e instrucción. El cursus honorum, una jerarquía de puestos militares y civiles adecuados para aristócratas, aseguró que los nobles poderosos se familiarizaran con las tareas militares y con la administración civil del Estado. En un nivel inferior dentro del Ejército, como nexo entre los aristócratas y los soldados, se encontraba un gran número de centuriones; bien pagados y alfabetizados, estos eran los responsables de la instrucción y disciplina de sus hombres, de la administración de sus unidades y de la dirección de estas en el campo de batalla.12 Los gobiernos municipales, con sus propios bienes e ingresos, funcionaban eficazmente a nivel local; la membresía de un ayuntamiento ofrecía lucrativas oportunidades, y, a pesar de sus obligaciones, era vista como un privilegio. Gracias a una serie de emperadores que adoptaron cada uno a un sucesor maduro y capaz (la dinastía Antonina), el imperio no necesitó de guerras civiles para regular la sucesión imperial. Durante los reinados de los mejores emperadores, se les podían presentar solicitudes directamente; las respuestas eran ley y ponían el poder imperial en contacto directo incluso con los súbditos más humildes.13 La tolerancia entre las distintas religiones paganas produjo concordia religiosa.14 Las tensiones religiosas fueron raras después del aplastamiento de la revuelta de Bar Kojba en 136 (después de lo cual la Judea devastada dejó de ser un centro de disturbios judíos). La mortandad causada por la peste antonina del 165 entorpeció seriamente los intentos de repeler a los invasores germánicos, pero no impidió que las legiones generalmente consiguieran mantener sus posiciones o recuperar rápidamente los territorios fronterizos perdidos temporalmente.