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El liderazgo se fundamenta en la inspiración que se desarrolla en las personas, para que decidan seguirnos y apoyarnos en las acciones que se deben realizar para alcanzar un objetivo pre-definido.
Considerando este enfoque, es importante resaltar que el liderazgo se trata de inspirar e influir a los demás, para que actúen por conveniencia, convencimiento y compromiso propio, enmarcados dentro de un contexto de libertad y autonomía; Caso contrario se convertiría en una actuación funcional.
Influir e inspirar son habilidades imprescindibles de quienes lideran, para alcanzar resultados y sobrepasar las expectativas en cualquier proyecto o tarea asignada. Van más allá del simple proceso de comunicación efectiva y coordinación e interrelación de fortalezas, que se necesitan para convertir a un grupo de personas en un verdadero equipo de alto desempeño.
Estas habilidades tienen la complejidad de ser de carácter emocional, no se fundamentan en esquemas mentales que como parte del proceso de análisis e interpretación, concluyen en fundamentos racionales que justifican el pensamiento y la acción.
Al ser de carácter emocional, tanto la influencia como la inspiración, constituyen una decisión personal, normalmente acompañada de libertad, pasión, voluntad y energía, que justifican los pensamientos y las acciones, a través del convencimiento y el compromiso de las personas, en relación al propósito, meta u objetivo que se desea alcanzar.
Para generar influencia e inspirar a otros, se necesita más que jerarquía, autoridad y poder; se necesita atraer la mirada emocional de los demás al compartir pensamientos e ideales, que vayan más allá de simples ideas y proyectos que se pueden compartir y alcanzar.
La mirada emocional de los seguidores debe estar acompañada de admiración y respeto hacía el líder, por su forma de pensar y por su forma de actuar, pero por sobre todo por la forma de transmitir y compartir los retos; Lo anterior es una mezcla de comunicación (ideas y pensamientos) y ejemplo (acciones).
Uno de los ejemplos más inspiradores sobre el tema de liderazgo, se encuentra en la Biblia en el libro de Josué. Es una historia que relata el proceso de formación silencioso de un líder, ya que en un principio Josué era un seguidor de Moisés, cuya misión era guiar al Pueblo de Israel hacía la tierra prometida. Sin embargo Moisés murió antes de llegar y Josué fue elegido por Dios para seguir con el proyecto.
Josué recibió la instrucción de forma directa a través de la expresión: “Mira que te mando, que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes, porque Yo estaré contigo a donde quiera que vayas (Josué 1.9)”
La historia relata muchos momentos de liderazgo, sin embargo, vale la pena resaltar en lo que se refiere a inspiración e influencia, los siguientes aspectos:
a) Josué no sabía que sería el substituto de Moisés; nunca se preparó para ser líder del pueblo de Israel.
b) Después de la muerte de Moisés y de recibir el nombramiento, Josué debería inspirar e influir al pueblo de Israel, para que ahora lo siguiera a él.
c) Las batallas y las conquistas de pueblos enteros estarían a cargo del pueblo de Israel bajo el liderazgo de Josué. El pueblo de Israel no era de guerreros.
El liderazgo de Josué no se fundamentó en experiencia y conocimiento Se fundamentó en ESFUERZO y VALENTIA y se complementó con la ausencia de TEMOR y PERSEVERANCIA; Ninguna de estas características personales, competencias (esquema contemporáneo) o habilidades, se desarrollan por sí mismas, para desarrollarlas es necesario tener un propósito, una meta o un objetivo claramente definido y estar convencido y comprometido con él.
El pueblo de Israel desde el principio vio en Josué al substituto de Moisés, por su liderazgo, porque transmitía VALENTIA y ESFUERZO permanentemente en lo que se proponía y en lo que lograba; Logró inspirar a todo el pueblo de Israel y los convirtió en guerreros.
Para llegar a la tierra prometida debieron luchar batallas contra varios pueblos, algunos de ellos más numerosos y con más experiencia y mejores armas de guerra, que las que tenía Josué y su ejercito, sin embargo fueron perseverantes, nunca DESMAYARON y como consecuencia ganaron.
Pero la más importante, Josué nunca demostró TEMOR ante su pueblo, aunque si lo tuvo, lo ocultó ante ellos.
A manera de conclusión: La inspiración y la influencia que un líder debe desarrollar en los demás, no es un proceso planeado, tampoco es casuístico, en el mejor de los escenarios es consecuencia de la meritocracia de las personas que logran resultados, a través del convencimiento y el compromiso que adquieren con los proyectos que dirigen y la forma en la que se involucran y comparten las emociones con los demás.
Explicación:
me das la corona?