Respuestas
Respuesta:
1. Heterosexualidad
Es la orientación sexual definida por la atracción hacia personas del sexo contrario, exclusivamente. Se trata posiblemente la clase de orientación sexual más común.
2. Homosexualidad
Caracterizada por la atracción sexual dirigida exclusivamente hacia personas del mismo sexo. Popularmente se conoce a los hombres homosexuales como gays, mientras que las mujeres son lesbianas.
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3. Bisexualidad
Atracción sexual hacia personas del mismo sexo y del sexo contrario, aunque no necesariamente con la misma frecuencia o intensidad en uno u otro caso.
4. Pansexualidad
Atracción sexual hacia algunas personas, independientemente de su sexo biológico o identidad de género. La diferencia entre la pansexualidad y la bisexualidad es que en el segundo caso la atracción sexual se sigue experimentando a través de las categorías de género, mientras que en la pansexualidad no ocurre esto. Para saber más puedes leer el artículo sobre esta orientación sexual.
5. Demisexualidad
La demisexualidad se describe como la aparición de atracción sexual solo en algunos casos en los que previamente se ha establecido un fuerte vínculo emocional o íntimo.
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6. Lithsexualidad
Las personas con este tipo de orientación sexual experimenta atracción hacia otras personas, pero no sienten la necesidad de ser correspondidas.
7. Autosexualidad
En la autosexualidad, la atracción se experimenta hacia uno mismo, sin que esto tenga que ser sinónimo de narcisismo. Puede entenderse como una forma de alimentar afecto o amor propio.
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8. Antrosexualidad
Este concepto sirve para que puedan identificarse con él las personas que experimentan su sexualidad sin saber en qué categoría identificarse y/o sin sentir la necesidad de clasificarse en ninguna de ellas.
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9. Polisexualidad
En este tipo de orientación sexual se siente atracción hacia varios grupos de personas con identidades de género concretas. Según el criterio utilizado para clasificar, puede entenderse que la polisexualidad se solapa con otras orientaciones sexuales como por ejemplo la pansexualidad.
10. Asexualidad
La asexualidad sirve para poner nombre a la falta de atracción sexual. Muchas veces se considera que no forma parte de la diversidad de orientaciones sexuales, al ser su negación. Puedes leer más sobre la asexualidad en este artículo.
Explicación:
Vivir la sexualidad con plenitud supone que cada persona aprenda a conocer sus genitales y su cuerpo, y su manera de sentir, gozar y amar; que aprenda a aceptarse y gustarse lo más posible; que aprenda a vivir su sexualidad del modo que le resulte más satisfactorio y que le permita ser feliz.
2) Vivir la sexualidad de forma placentera no es sólo vivir los coitos. Un coito es sólo una de las muchas maneras que tenemos los seres humanos de expresar nuestra sexualidad. Pero existen otras muchas formas de expresarla y de sentirla: caricias, abrazos, besos, masajes, masturbación (a solas o compartida con la pareja), sexo oral (caricias con la boca o lengua en los genitales), entre otras…
3) Vivir la sexualidad desde el respeto y el reconocimiento de que la sexualidad de la mujer y la sexualidad del hombre son igualmente importantes. Todos y todas tenemos derecho a recibir información sexual, a que las relaciones sexuales resulten satisfactorias y placenteras y a que se respeten nuestros derechos sexuales y reproductivos.
4) Vivir la sexualidad desde nuestro marco cultural porque cada cultura concibe la sexualidad de diferente forma, en relación con qué se entiende por “sexualidad”, por erótica, y qué importancia se le concede socialmente, así como lo que “está bien visto” hacer, y lo que está “mal visto” o incluso castigado y perseguido. También cada cultura tiene unas ideas diferentes sobre los roles de género (“los hombres deben ser de esta manera y las mujeres de otra, esto lo pueden hacer los hombres pero no las mujeres, esto es cosa de mujeres y no de hombres…”). Pero ya sabemos que las ideas nacen, evolucionan o se modifican Pensando, reflexionando, avanzan las culturas del mundo del mismo modo que las sexualidades de las personas también evolucionan y cambian con el tiempo. Como hemos señalado anteriormente, toda cultura tiene el derecho de construir su propia visión de la sexualidad y merece ser respetada. Pero, como es obvio, para merecer ese respeto es imprescindible estar dentro del marco de los Derechos Humanos y de la Igualdad entre mujeres y hombres.
5) Vivir la sexualidad tiene que ver con mujeres y con hombres. Aunque determinados aspectos de la sexualidad se siguen considerando como principalmente de hombres o principalmente de mujeres, estas cuestiones están cambiando. Los cambios sociales son lentos pero si nos comunicamos con nuestras parejas sobre nuestros gustos y deseos podemos acelerarlos.
6) Vivir la sexualidad es complicado para las mujeres, pues debido a los tabúes y a la posibilidad de quedarse embarazadas, para muchas mujeres resulta muy complicado conocerse en lo referente al plano erótico, conocer su cuerpo y sus genitales, y aprender a valorar su sexualidad fuera de la reproducción, aprender sobre su placer y su satisfacción, que es tan importante como la del varón.
7) Vivir la sexualidad supone superar los roles de género, que en todas las culturas, con mayor o menor intensidad, colocan a muchas mujeres en situación desfavorable de cara a su desarrollo personal y laboral. Sigue siendo la mujer la parte más implicada (a veces la persona exclusiva mente implicada) en las tareas domésticas, cuidado familiar, de las hijas e hijos y de las personas de pendientes, incluso cuando además trabaja fuera del hogar. Muchos varones siguen considerando el trabajo doméstico como una responsabilidad femenina. Esta sobrecarga de trabajo par a la mujer supone un excesivo agotamiento para ella y repercute en que dispone de menos tiempo para invertir en sí misma y en su relación de pareja.
8) Vivir la sexualidad exige conocer nuestra sexualidad, porque según vamos creciendo, aprendemos cosas sobre nuestra sexualidad. Por ejemplo, aprendemos a valorarnos, aprendemos cómo son nuestros cuerpos, cómo son otros cuerpos, aprendemos del afecto y sobre cómo se relacionan las personas que se quieren. También nos vamos formando una idea sobre la sexual dad, qué es, cómo se expresa, si es algo positivo y fuente de bienestar o no…
9) Vivir la sexualidad implica discriminar lo que sentimos de lo que nos dicen que debemos sentir, porque lo que nos cuentan y lo que nos transmiten por distintas vías influye mucho en nuestro auto-concepto sobre sexualidad. Nuestra sexualidad no es algo vergonzoso, sino por el contrario algo valioso, importante. Por eso, merece la pena tener curiosidad, hablar, preguntar, informarse… porque todo esto nos va a permitir vivir nuestra sexualidad de la manera más satisfactoria posible.
10) Vivir la sexualidad requiere aprender sobre sexualidad porque nos puede ayudar a:
– Conocernos mejor, nuestros cuerpos, nuestros deseos…