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Respuesta:
Les invito a entrar esta tarde en el Evangelio de Lucas con nuestra vida, nuestro
corazón y nuestras entrañas…, algo así como una inmersión en un mar tropical,
para descubrir, en el fondo del mar, un tesoro maravilloso.
Se nota claramente que, cuando escribe su Evangelio, Lucas es un hombre
tocado por la salvación. No escribe fríamente, como si hablara de algo que no le
afecta, sino que cuenta algo de lo que ha sido testigo, algo que ha conmovido y ha
cambiado su propia vida. Desde esa experiencia, mira a su alrededor, mira a las
mujeres y ve que, lo que ha acontecido en su propia vida, está aconteciendo
también en ellas. Y nos presenta todo ello como una Buena Noticia.
Lucas emplea las palabras sanación-salvación en un sentido distinto al nuestro;
para nosotros son dos conceptos que afectan por separado a la dimensión física y a
la espiritual, incidiendo, sobre todo, más allá de la muerte. Sin embargo, hoy vamos
a intentar utilizar estas dos palabras como si fueran una sola, igual que hace Lucas,
porque, cuando la gente está en contacto con Jesús y se deja sanar-salvar, algo
cambia en su vida, tanto en su dimensión corporal como en su dimensión espiritual
más profunda.
Vamos a ver cómo cambia la vida de estas mujeres del Evangelio,
Explicación: