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Respuesta:
en primer lugar, lavarse las manos debe ser el hábito más importante. Su contacto frecuente con la boca, ojos y otras partes del cuerpo, las hacen muy propensas a esparcir bacterias en el cuerpo si han tenido contacto con algo o alguien infectado. Se debe inculcar el lavado de manos después de utilizar el baño, al llegar a casa, antes de comer cualquier alimento, después de toser o estornudar. Con 30 segundos de lavado con agua y jabón al menos, se puede eliminar la mayor cantidad de bacterias.
El cuidado de los dientes también es muy importante ya que una infección bucal puede afectar el resto del organismo al ingresar al torrente sanguíneo. A partir del primer año de vida, el niño debe cepillar sus dientes antes de dormir y después de cada comida para evitar el mal aliento, caries y problemas en las encías. Se debe cepillar los dientes en forma de barrido y terminar pasando el cepillo por la lengua. Adicionalmente, es importante evitar el consumo de alimentos que tengan demasiada azúcar y visitar al odontólogo una vez al año para una limpieza profunda.
El baño diario es otro hábito necesario de mantener ya que es la forma de tener una piel limpia de la grasa corporal, sudor y polvo que se puede acumular durante el día. La sarna y el acné son más propensas de aparecer en la piel cuando no se tiene esta costumbre. Además, hay que tener cuidado al secarse para que no se quede la piel húmeda y se haga un ambiente propicio para los hongos o herpes, se recomienda tener especial cuidado en los pliegues del cuello, extremidades y en los genitales.
La mejor manera de que estos hábitos se mantengan en el tiempo es dando el ejemplo. Esto, debe repetirse en toda la familia y reforzarlo especialmente si uno de los miembros está enfermo para evitar que otros se contagien.
Respuesta:
Se lleva a cabo lavandose las manos, cepillandose los dientes, lavando las frutas y verduras, bañandose, mantener limpia la casa.
Explicación:
Espero y te ayude.