Respuestas
Respuesta:
Desde los siete años ayudaba a su abuela y a su madre en la venta de frutas. Su condición de ambulante complicaba sus aspiraciones y sueños. Después de constantes desalojos y errores comprendió que necesitaba formalizarse y se arriesgó a iniciar un negocio en el rubro del calzado. A partir de ese momento empezaron a llamarla empresaria. Aprendió de facturas, boletas, guías de remisión y se capacitó.
Hoy tiene siete zapaterías en varios distritos de Lima y Callao. En temporadas altas puede llegar a vender hasta 15,000 pares de zapatos, además los bancos apuestan por su negocio a través del crédito. Por estas razones, Vilma Parra es un modelo de perseverancia y de emprendimiento que ahora disfruta de la bonanza que sembró. Sus hijos anhelan continuar este camino de éxito empresarial.
Explicación:
Ahí la tienes resumida.
Respuesta:Desde los siete años ayudaba a su abuela y a su madre en la venta de frutas. Su condición de ambulante complicaba sus aspiraciones y sueños. Después de constantes desalojos y errores comprendió que necesitaba formalizarse y se arriesgó a iniciar un negocio en el rubro del calzado. A partir de ese momento empezaron a llamarla empresaria. Aprendió de facturas, boletas, guías de remisión y se capacitó.
Hoy tiene siete zapaterías en varios distritos de Lima y Callao. En temporadas altas puede llegar a vender hasta 15,000 pares de zapatos, además los bancos apuestan por su negocio a través del crédito. Por estas razones, Vilma Parra es un modelo de perseverancia y de emprendimiento que ahora disfruta de la bonanza que sembró. Sus hijos anhelan continuar este camino de éxito empresarial.
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