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Tuvo una musa
Todo escritor tiene una musa que es quien le lleva a escribir. La de Gustavo Adolfo Bécquer fue Josefina Espín, una bella señorita de ojos azules de la que se enamoró. Entonces empezó a escribir las primeras Rimas, como Tu pupila es azul, pero la relación no prosperó porque ella aspiraba a algo mejor al no gustarle la vida bohemia del escritor.
Quedó huérfano
La vida del escritor no fue fácil. Primero, con cinco años, se quedó huérfano de padre y en 1847, muerta su madre y cerrado el Colegio de San Telmo, quien decide hacerse cargo de Gustavo Adolfo fue su madrina, Manuela Monahay, muy aficionada a la lectura de los autores románticos.
También fue dibujante
Aunque su obra literaria es la que le ha llevado a la posteridad, como de niño estuvo rodeado de lienzos y dibujos de su padre, hizo que él también pintara. De sus dibujos destacó su gran técnica y pudo reflejar bien la vida y la muerte. También realizó dibujos en donde representa sus mundos imaginarios reflejados en sus Rimas y Leyendas.
Las “rimas” se perdieron
Bécquer entregó el original de sus poemas ‘rimas’ a González Bravo para que las pudiera publicar. Pero en aquellos años se produjeron varios movimientos revolucionarios y el manuscrito se perdió. Posteriormente, el poeta tuvo que volver a realizar sus rimas y las introduce en “El libro de los Gorriones”.
Murió joven
El escritor cogió varias enfermedades, entre ellas la tuberculosis, uno de los principales problemas que desembocaron en su muerte. Murió joven y además algo desapercibido, pues no muchos se acordaron en el poeta que ya había desparecido. Pero sus amigos no lo olvidaron, y el día siguiente a su entierro, acordaron recopilar, ordenar y publicar toda su obra, que aparecería con el título de “Obras”.
Su nombre verdadero
era Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida. Tanto su hermano Valeriano —quien era pintor— como él adoptaron el apellido de la noble familia de comerciantes de origen flamenco de la que descendían, la cual se estableció en Sevilla
La obra poética de Bécquer es conocida en parte por sus Rimas y Leyendas, poemas que fue recogiendo en diferentes manuscritos a lo largo del tiempo y que aún se recogen en diferentes ediciones. Las rimas en particular son un conjunto de setenta y nueve poemas más bien breves, en su mayoría de rima asonante. Bécquer insiste en que entre el mundo de la idea y la inspiración hacia el mundo de la expresión, hay un gran abismo que imposibilita transmitir exactamente lo que se piensa y que solo la palabra puede salvar
Explicación: coronita si te sirvió