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Respuesta:
Se llama misionero (del verbo latino, missio que significa «enviar») a aquella persona cuyo objetivo principal es el anuncio del evangelio mediante obras y palabras entre aquellos que no creen. Esa forma de misión propiamente tal es conocida como ad gentes, es decir, hacia las gentes, gentiles o no cristianos, y se desarrolla en lugares donde el evangelio no ha sido suficientemente anunciado o acogido, o en ambientes refractarios ubicados más allá de las propias fronteras donde se dificulta la prédica y aceptación del mensaje.
El sacerdote Damián de Veuster, ejemplo de misionero perteneciente a la congregación de Picpus, fotografiado con un grupo de leprosos en Kalaupapa, en la década de 1870
En la Historia del cristianismo, la idea de misión se aplica tanto a colectividades como a individuos e implica una forma de vocación, que se interpreta como un llamamiento positivo de Dios que «envia»,1 para llevar un encargo o realizar un trabajo apostólico: la tarea de anunciar el evangelio, conforme al mandato final puesto en boca de Jesús de Nazaret en los Evangelios de Mateo y de Marcos:
«Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.»
Evangelio de Mateo 28:19-20a
Y les dijo: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura».
Evangelio de Marcos 16:15
La palabra «misión» se habría originado en la década de 1590, cuando la Compañía de Jesús (jesuitas) envió a algunos de sus miembros al extranjero,2 ya que la vocación de la orden era «servir a Cristo en misión universal». Concretamente, entre 1581 y 1592, salieron de Lisboa 54 jesuitas con rumbo a la India, para seguir los pasos de Francisco Javier.3 La palabra se popularizó a partir de la traducción latina del pasaje bíblico en el que Cristo envía a sus discípulos a predicar en su nombre, y condujo a la definición de las misiones como los asentamientos fundados en tal carácter.
La palabra «misión» tiene también el sentido de trabajo, tarea, quehacer o cometido.4 Esta acepción más general permite además la concepción de un cierto carácter misionero en las personas, ministerios e instituciones, independientemente de su origen o de su condición religiosa o laical. El término, usado en sentido estricto en el marco del cristianismo, se puede utilizar también en sentido laxo para referir a otros credos o ideologías.5
Explicación:
espero te ayude soy misionera
Respuesta:Aunque la mayoría de las profesiones pueden ser elegidas por una serie de razones personales, tales como los gustos y preferencias, buenas perspectivas salariales, o las oportunidades de viaje, llegar a ser un misionero requiere de una „vocación“ o llamado.
¡Es vital discernir y responder al llamado de Dios! Para discernir el llamado de Dios, es necesario pasar tiempo con Dios en la oración diaria y estudio de la Biblia, en el compañerismo y el trabajo con los demás cristianos, y ademas debes hablar con tu pastor o líder de jóvenes.
Es importante decidir si lo que te interesa es principalmente misiones de largo o corto plazo. (Para proyectos a corto plazo que dura desde varias semanas a un año, se estaría trabajando en una capacidad de apoyo para un ministerio existente.)
Explicación:Vivir en una relación personal con Jesús.
Participa en un ministerio en tu iglesia.
Conoce tus propias fortalezas y debilidades.
El trabajo en equipo y la práctica en la resolución de conflictos.
Presentarte a los demás.
Tener tus relaciones en orden