Respuestas
Respuesta:
De forma personal no deseara ser considerado como un típico machista latinoamericano, al tratar de evidenciar las diferencias intelectuales entre las mujeres y los hombres, no trato de ninguna forma de indicar que el hombre es mejor que la mujer, siendo el hecho lo contrario, ya que sin esa hermosa creación el hombre no tendría existencia alguna.Solamente trato de evidenciar diferencias que pueden ayudar a los Planificadores Estratégicos y Psicólogos Sociales, a considerar variables al momento de intervenir en procesos de planificación con un grupo puro o mixto de mujeres. Al igual que cuando escribí “Floristofilo II” y se me tildo de RACISTA, creo que de manera muy personal debo de arriesgarme en temas donde otras personas no tienen la osadía de intervenir, por tener miedo en el pesar de otras personas, en mi caso por no tener los paradigmas tradicionales y sin buscar ofender a alguna persona en particular deseo presentar el “Ensayo Critico Corto” esperando sea aceptado con la misma efervescencia que en otras ocasiones.
Explicación:
2. Nuestros Inicios Hombre vrs. Mujer :Hace cien años, la observación de que los hombres son distintos de las mujeres en todo un rango de aptitudes y habilidades, habría sido una verdad de Perogrullo, una afirmación de lo más obvio. Pero en cambio, hoy día, podría evocar muy diferentes reacciones. Dicha por un hombre, sugeriría una cierta ineptitud social, una novatada en cuestión de política sexual, una triste deficiencia de sabiduría convencional, o un torpe intento de ser provocativo. Una mujer que aventurara tal opinión sería tachada de traidora a su sexo, traicionando las esforzadas “victorias” de las recientes décadas de una mujer que ha buscado igualdad de estatus, oportunidades y respeto. Cuando una psicóloga canadiense tituló un documento académico “¿Son realmente diferentes los cerebros del hombre y de la mujer?” Ella entendía que la respuesta a la pregunta era evidente por sí misma. Sí, por supuesto. Estaría asombrada si los cerebros del hombre y la mujer no fueran diferentes dadas las enormes diferencias morfológicas (estructurales) y las a menudo hirientes diferencias de comportamiento entre hombres y mujeres. La mayoría de nosotros intuitivamente siente que los sexos son diferentes, pero esto se ha convertido universalmente en un secreto que se guarda con recelo y culpabilidad. Hemos dejado de confiar en nuestro sentido común. La verdad es que prácticamente durante toda nuestra estancia en el planeta hemos sido una especie sexista. Nuestra biología ha asignado funciones separadas al macho y a la hembra del Homo sapiens. Nuestra evolución ha fortalecido y refinado estas diferencias. Nuestra civilización las ha reflejado. Nuestra religión y nuestra educación las han fortalecido. Aún así, ambos tememos y desafiamos la historia. La tememos porque tememos pecar de complicidad con los viejos crímenes de prejuicio sexual. La desafiamos porque queremos creer que la humanidad al fin ha alcanzado velocidad de escape para abandonar la pesada gravedad de nuestro pasado animal y las certezas neardenthales. En los últimos treinta años ha habido una pequeña pero influyente colección de bien intencionadas almas que han tratado de persuadirnos de adoptar esta nueva y desafiante postura. Descubrieron que las religiones y la educación eran una creación masculina para mantener a la mujer en un estado de subordinación. El descubrimiento tal vez sea cierto. Encontraron que lo que llamamos civilización está fundado en la agresión y el dominio masculino. Eso probablemente también sea cierto.
El problema viene cuando se mira la explicación de porqué paso esto. Si el hombre y la mujer son idénticos, y siempre lo han sido, en la manera y el grado en que ambos usan idénticos cerebros, ¿cómo es que el sexo masculino se las ha arreglado tan exitosamente en virtualmente todas las culturas y sociedades del mundo,