Respuestas
Respuesta:
Los sentimientos religiosos y la misma idea de Dios tienen su origen en el cerebro, siendo ambos elaborados a partir de procesos mentales más básicos y primitivos. Incluso se sabe la zona del cerebro donde se localizan estas ideas y sentimientos. La existencia de una zona cerebral específica asociada al sentimiento religioso constituye para algunos un argumento a favor de la existencia de Dios, pues Éste fija en el cerebro su huella para favorecer su conocimiento y el impulso de llegar hasta Él. En cambio, para otros, tal hecho confirma que la revelación divina es sólo un producto más de la actividad cerebral que carece de correlación real más allá de esa actividad. Sea como fuere, no es fácil entender ninguna sociedad sin conocer el factor religioso que hay en ella. Si no existiese la tradición religiosa, entendida en un sentido amplio, cabría preguntarse, qué experiencia o qué situación nos haría inventar el concepto de Dios.
Explicación: