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Respuesta: El género Shigella (Familia: Enterobacteriaceae) está compuesto por cuatro especies: Shigella sonnei, Shigella flexneri, Shigella
boydii y Shigella dysenteriae. Todas poseen capacidad patógena, causando enteritis invasora caracterizada por producir dolor
abdominal cólico, diarrea y fiebre. La afectación colónica da lugar a una reacción inflamatoria intensa con moco y pus, pudiendo
formarse úlceras sangrantes, por lo que las deposiciones son, característicamente, de pequeño volumen y pueden ir
acompañadas de moco y sangre dando lugar, en conjunto, al cuadro denominado disentería bacilar. S. dysenteriae es la especie
que suele producir cuadros clínicos más graves.
Las shigelas tienen como único reservorio al hombre y su dosis infectante mínima es pequeña, lo que permite su transmisión no
sólo a través de los alimentos, sino también a través del agua y por contacto directo entre niños en las guarderías. Sin embargo,
como todos los microorganismos de transmisión fecal-oral cuyo único reservorio es humano (shigelas y Salmonella bioser Typhi),
pueden llegar a erradicarse con medidas de higiene personal y ambiental. De hecho, las tres especies autóctonas de nuestro país
S. sonnei, S. flexneri y S. boydii, afortunadamente, se observan con muy poca frecuencia, llegando a resultar ya excepcionales en
algunas zonas. Sin embargo, no es infrecuente detectar cualquiera de las cuatro especies como agente causal de diarrea del
viajero o en inmigrantes de países donde la shigelosis es endémica.
Es interesante destacar que tanto Shigella como Yersinia enterocolitica, bacterias patógenas invasoras, han sido tomadas como
modelo para el estudio de los mecanismos moleculares de invasión, lo que ha permitido conocer los procesos que les inducen a
atravesar activamente la mucosa intestinal intacta. Curiosamente, Shigella, el ejemplo de bacteria invasora, alcanza la
submucosa del colon y es capaz de ulcerar esos tejidos, pero sólo produce bacteriemia en casos absolutamente excepcionales.
Para el estudio microbiológico, las heces deben recogerse, si es posible, en un volumen significativo (4-5 ml si son líquidas; una
porción del tamaño de una nuez si son pastosas) mediante una cucharilla o espátula y depositarlas en un frasco limpio con cierre
hermético. Si resulta imposible porque el paciente no puede producir muestra en un momento crítico, o no puede movilizarse, o
por otra razón, se tomará una muestra mediante escobillonado rectal, asegurándose que se recoge un mínimo de materia fecal.
Las shigelas, campilobacter, C. difficile y los trofozoítos de los protozoos son muy lábiles a diversos agentes físicos y químicos,
por lo que las muestras de heces deben procesarse antes de dos horas o incorporarse a diversos medios de transporte, según
los estudios a realizar. Los escobillones, para evitar la desecación, siempre deben incluirse en un medio de transporte, que
generalmente incorporan. En la tabla 1 se propone un esquema para el transporte de las heces.
El examen directo (tinción de Gram) no aporta información adicional en las enteritis bacterianas, excepto en las causadas por
campilobacterias, que pueden observarse en la mitad de los casos en que se recuperarán por cultivo. La observación de las
heces en fresco, teñidas con azul de metileno o fijadas por la solución de mertiolato-yodo-formol (MIF), permite detectar la
presencia de leucocitos y hematíes. Estos se observan en alrededor del 40-70% de las enteritis bacterianas invasoras
(campilobacter, salmonela, shigela, yersinia, etc.).Tanto el examen directo, como el cultivo deben hacerse, preferentemente, a
partir de fragmentos de heces con moco, pus o sangre, si existen.
(oxidasa positiva)
Explicación: coronita xfas