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Respuesta:
Padre Lobo avanzó unos pasos fuera de la caverna. En la maleza
estaba Shere Khan, el tigre, gruñendo furiosamente mientras se revolcaba despechado. Muy cerca crujieron los matorrales. Padre Lobo
saltó, lanzándose al ataque contra algo desconocido. Y cuando estaba en pleno salto, intentó detenerse. El impulso lo levantó, pero vino
a caer casi en el mismo sitio.
–Un hombre –dijo disgustado–. Una cría humana.
El niño estaba apoyado ligeramente en una rama baja. Apenas
podía andar. Era precioso, apretado de carnes, fino, desnudo, una
criatura perfecta. Miró a Padre Lobo y se rio sin miedo alguno.
–¿Es eso un cachorro de hombre? –dijo Madre Loba–. Es la primera vez que veo uno. Tráemelo.
Las dos mandíbulas de Padre Lobo se cerraron sobre la espalda
del niño, que no sufrió el menor rasguño. Estaba perfectamente
cuando fue colocado entre los lobatos.
–Pequeño, desnudo y atrevido –dijo con dulzura Madre Loba.
Mientras tanto, el niño empujaba como un cachorro más para acercarse y sentir el calor de la piel de Madre Loba–. Así que esta es una
cría de hombre. He aquí una loba que va a vanagloriarse de haber
tenido una cría humana entre sus hijos.
La luz de la luna iluminaba débilmente el interior de la cueva. De
repente todo quedó a oscuras. Shere Khan metió su cabezota y parte
de su cuerpo en la entrada.
Explicación:
eso es el resumen