Respuestas
2- Quito en rojo
3- El grito nº 3
4- El grito II
5- cara azul
Respuesta:
ESPERO AYUDARTE ME COSTO MUCHO SACAR UN RESUMEN
Biografía sacada como un resumen corto
Su obra gráfica es una de las facetas que menos se conoce de su producción artística. Muchos creen que, a lo largo de su vida, Oswaldo Guayasamín solo se dedicó a pintar sus tres famosas series: ‘Huacayñán’, ‘La Edad de la Ira’ y ‘Mientras vivo siempre te recuerdo’. Para romper con esta idea y tender un puente con las nuevas generaciones, se montó ‘Guayasamín: Expresiones en gráfica’, la exhibición que se inauguró ayer en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Entre las 302 obras de Guayasamín que son parte de la muestra hay serigrafías, litografías, grabados, lienzo grafías y reproducciones. Estas obras fueron producidas en distintos momentos de su vida y dan cuenta de la prolijidad de su proceso artístico, de que sus motivaciones pictóricas iban más allá de la denuncia social y de la necesidad de crear un trabajo en serie para que su obra llegue a más personas. Santiago Guayasamín, su nieto y uno de los curadores de la exhibición, cuenta que muchas de estas obras fueron pintadas durante la producción de sus series pictográficas. “Había momentos en que mi abuelo tenía la necesidad de descansar de la vorágine que representaba pintar series como ‘La Edad de la Ira’. Era ahí cuando pintaba otras cosas, entre ellas flores llenas de colores”. De este ejercicio aparecieron cuadros como ‘Flores secas fondo rojo’ y ‘Cactus’. A su gusto por pintar, Guayasamín sumó la fascinación que tenía por los paisajes quiteños. En obras como ‘Quito en naranja’, ‘Paisaje de Quito’ o ‘Quito niebla verde’ muestra cómo su paleta de colores se podía mover, con facilidad, entre los ocres de sus famosas series, a los azules, verdes o amarillos intensos que aparecen en estas obras. La versatilidad de su paleta también aparece en obras donde los rostros y las cabezas son los protagonistas. Una de ellas es ‘Las Ramblas’, una acuarela con lápices poblada por un sinfín de rostros. Para esta obra se inspiró en los miles de personas que vio pasar por Las Ramblas de Barcelona -paseo emblemático de esta ciudad española- mientras compartía tardes de tertulia con su grupo de amigos. Aunque han tenido poca exposición, los desnudos también fueron otros de los motivos presentes en su obra gráfica. En esta muestra las imágenes más sugerentes provienen de una carpeta roja titulada ‘El Minotauro’, donde guardó la serie de desnudos que hizo a partir de los poemas de Carlos De la Torre. Verenice Guayasamín, una de sus cinco hijas y otra de las curadoras de la muestra, cuenta que este escritor le pidió a su padre, hace más de tres décadas, que hiciera una serie de diseños alusivos a sus poemas, textos de corte conservador a los que Guayasamín llenó de erotismo. “Los primeros desnudos que hizo mi padre -dice- fueron en Estados Unidos. Durante el montaje de una exposición en el MoMA conoció a una modelo con la que pintó seis cuadros. Uno de ellos lo tenía en la parte de arriba de su cama”. Otro de los aspectos que salta a la vista en esta muestra es que, a pesar de su fama y su convulsionada vida personal, nuca dejó de lado los procesos artísticos de sus primeros años. Sus detallados procesos de producción son visibles a través de obras que aparecen primero en serigrafías en blanco y negro luego en litografías en negativo y, finalmente, en litografías en positivo. En la exposición se incluyen 9 pinturas representativas de su obra, entre ellas un autorretrato, una imagen que evoca la celebración de los 100 años de su natalicio y recuerda los 20 años de su fallecimiento.
Durante 1958 realizó dos importantes murales en el Ecuador:
El descubrimiento del Río Amazonas, realizado en mosaico veneciano, que se encuentra en el Palacio de Gobierno de Quito, y el mural Historia del Hombre y la Cultura, para la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador.
Explicación:
CORONITA PLIS