un cuento
sobre la importancia de defender nuestros derechos y respetar
los derechos de los demás.
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Respuesta:
Había una vez, una maestra que enseñaba con mucha emoción, ella daba sus clases bailando y cantando a sus alumnos, de pronto un día llego un virus y las clases se suspendieron y la profesora se puso muy triste nadie podía salir a la calle, mientras estábamos en cuarentena el virus estaba avanzando y haciendo mucho daño a su paso, la profesora se empezó a sentir mal, sentía mareos, tenía fiebre alta, tos seca, ella pensaba que era una gripe normal, pero en realidad no era así el virus ya estaba sobre ella, entonces acudió al centro de salud pero no la quisieron atender le respondieron que estaba lleno que vaya a otro hospital le negaron su derecho a ser atendida. Todos nosotros, sin excepción, tenemos derecho a intervenciones que nos salven la vida.
El COVID-19 no es solo un problema sanitario, también puede ser un virus que agrave la xenofobia, el odio y la exclusión, no solo tuvo que soportar el rechazo del hospital, si no la discriminación de las personas por tener el covid-19, no suficiente con eso también fue despedida, la cual entró en un cuadro de depresión, el cual hacía que la enfermedad avanzara más rápido, esto a la vez perjudicó más su salud ya había perdido las esperanzas en que se iba a recuperar, se le ocurrió llamar a una ambulancia particular la cual llegó inmediatamente a su casa y fue atendida rápidamente, luego internándose en USI llegó a tiempo a la clínica.
La COVID-19 pone a prueba a sociedades, gobiernos, comunidades y ciudadanos particulares. Este el momento de ejercer la solidaridad y la cooperación para hacer frente al virus y atenuar las repercusiones, a veces involuntarias, de las medidas adoptadas para frenar su propagación. En tiempos como este, responsabilidad y solidaridad son dos caras de una misma moneda.
La profesora fue recuperándose poco a poco comenzó a pensar que serán de sus alumnos, cómo la estarán pasando y eso la motivo a que se recuperara pronto y su deseo de volver a enseñar era tan grande que comenzó a sentirse mucho mejor, y al fin pudo derrotar al COVID-19.
Aún convaleciente solicito que le devolvieran el trabajo ya que ella estaba recuperada y que las clases iban a ser por zoom que no había problema de poder enseñar nuevamente ya que se sentía con muchas ganas de volver a encontrarse con sus alumnitos y seguir enseñándoles, aunque diferente pero igual sentía que iba a estar cerca de ellos.
Explicación:
Ese es el cuento espero que les aya ayudado dame corona plis