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Consumidor organizacional, que compra para satisfacer las necesidades puntuales de una empresa o institución y, por lo tanto, suele comprar al mayor. Ejemplo: una empresa que adquiere dotación de consumibles para las oficinas (papel, lápices, bolígrafos, clips, etc.), o que compra materia prima para su manufacturación. Nuevo consumista
El consumidor que planifica sus compras mensualmente, y que le da prioridad a los precios económicos por encima de la calidad. Por ejemplo: los cazadores de ofertas.
Respuesta:Algo que las personas realizan y que ubica el producto o servicio en un prisma de naturalidad y obligación por usarlo, para así hacer que un determinado acto sea óptimo.
Muchas veces el anhelo de una marca es formar parte del consumo cotidiano de lo clientes.
Algo que las personas realizan y que ubica el producto o servicio en un prisma de naturalidad y obligación por usarlo para así hacer que un determinado actor sea óptimo.
Es todo un reto para una marca, pero es una forma más que brillante -si se consigue- de generar un atractivo atemporal hacia nuestro producto o servicio.En los últimos años, hemos podido observar cómo los consumidores se han acercado a interactuar con las marcas gracias a las redes sociales; sin embargo, un fenómeno bastante peculiar se da a nivel cliente y se da al momento en el éste experimenta con los productos, y los combina para hacer otros nuevos.
Muchas veces el anhelo de una marca es formar parte del consumo cotidiano de lo clientes (a veces también llamados ritos de consumo). Algo que las personas realizan y que ubica el producto o servicio en un prisma de naturalidad y obligación por usarlo para así hacer que un determinado actor sea óptimo. Sin la presencia de la marca, la actividad no está completa.
De esta manera podemos encontrar ejemplos muy notables:
“Dorilocos” o “Tostilocos”
Aunque ya de por sí esos productos (Doritos y Tostitos) forman parte de la categoría de botanas de Sabritas (Pepsico), un sector de la población ha visto la manera de transformar, no sólo el contenido calórico, si no hasta la presentación del producto.
A estas botanas se les agregan diversos complementos como cacahuates, gomitas de sabor, condimentos diversos y ya forman parte de un hábito de consumo distinto al que estaban diseñadas.
Esta transformación se ha visto, incluso, llevada a la conversación digital, ya que en diversos contenidos de video (tanto para Facebook, Twitter o YouTube), existen tutoriales para modificar estos productos.
“Perlas negras”
Productos como Monster, Boost, Red Bull tienen el la función de inyectar una dosis de energía al cuerpo a base de dulce, taurina y otros complementos; sin embargo, en el sector de las bebidas alcohólicas, este producto es la base natural para la preparación de un coctel.
Después de ser una de las bebidas de mayor demanda en diversos establecimientos, en 2016, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) prohibieron las Perlas Negras en los antros y bares en la Ciudad de México.
El principal argumento se debió a que, el límite máximo de cafeína recomendado para un adulto es de 300 miligramos diarios y la ingesta de bebidas adicionadas con cafeína no debe rebasar los 165 miligramos por día.
El exceso en el consumo de este ingrediente puede generar efectos adversos en el sistema nervioso, la presión arterial y el sistema cardiovascular.
“Manteconchas”
El pan dulce es uno de los productos más populares dentro de la gastronomía mexicana, ya que cada región tiene el suyo y en algunos lugares también se produce este producto hasta por temporada.
Bajo este contexto dos de los productos de mayor venta en este sector como la concha y la mantecada o panqué fueron parte de los experimentos y surgió un híbrido de ambas llamada manteconcha.
Este producto se popularizó luego de que compartieran el producto, elaborado en una pequeña panadería de Querétaro.
Marcas como Bimbo, entraron a la disputa para registrar la propiedad intelectual de la manteconcha, un hecho que generó descontento, porque parecía un abuso el querer recibir regalías por un artículo que ellos no producían.
Derivado de esto, han surgido otros experimentos como la “conchurra” (concha con churro) o la “doncha” (dona con concha).
Es todo un reto para una marca, pero es una forma más que brillante -si se consigue- de generar un atractivo atemporal hacia nuestro producto o servicio. Un factor clave desde la estrategia, que posiciona a una marca en un prisma de liderazgo de la categoría o del inicio de otra nueva sin competencia.
Explicación: coronita plissssss