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domingo, 04 de agosto de 2013 - 15:08:00
(VOVworld) - Desde tiempos remotos el arrullo era una propiedad y sustento espiritual de numerosos vietnamitas. A través de la canción de cuna, los mayores transmitieron a los niños los valores culturales y espirituales sumados por la comunidad. Las nanas también eran las primeras lecciones preciadas de la vida, contribuyendo a la formación de la personalidad y moral humana. Con esos altos valores el sector cultural vietnamita hace numerosos esfuerzos por recuperar y preservar estos cantos en la vida moderna.
Entre los cantos folklóricos. La canción de cuna nació más temprano y se transmitió de generación en generación. Desde su infancia los hijos y nietos recibieron profundos sentimientos transmitidos por sus madres y abuelas a través de arrullos. Las tonadas de las nanas son suaves y dulces con numerosos significados de la vida. A través de estos cantares cadenciosos las imágenes de río, luna, campo, plantas, bambúes y cigüeñas entraron paulatinamente en los sueños de numerosos infantes. Generalmente las letras de las canciones de cuna son como baladas, villancicos o cantinelas populares, de ahi su simplicidad e inocencia, pero a la vez pletoricas de imágenes. Cada región tiene sus arrullos diferentes, sin embargo, en cualquier lugar estas tonadas tienen como finalidad adormecer a los bebés.
Las madres vietnamitas enseñan a sus hijos los valores bellos
de la cultura nacional mediante las nanas
Las nanas también expresan el amor y el deseo de que los hijos y nietos crezcan y sean piadosos con sus abuelos y padres, y útiles para la sociedad. Al escuchar el arrullo cada niño percibe la amabilidad y cariño en cada palabra como: “Duerme mi hijo/ tu madre va a sembrar el arroz/ capturar siluros para que comas”. Al vivir en un espacio de dulces arrullos los niños perciben gradualmente profundos valores culturales vietnamitas, una cultura que considera los sentimientos humanos. El artista Pham Hong Phuong, profesor de la Universidad pedagógica de música y pintura central, contó: “En el período de guerra me evacué a la provincia norteña de Phu Tho. Generalmente al mediodía veraniego se producía el apagón, y entonces las abuelas o madres se acostaban en hamacas para adormecer a sus nietos o hijos, refrescándolos con un abanico. Aunque no eran artistas sus cantos transmitían amor, llevándolos al sueño. Estos son mis recuerdos imborrables”.
Las canciones de cuna embellecen la infancia de numerosas
generaciones vietnamitas
Aunque las letras de nanas son interesantes y bonitas, según el tiempo, su ausencia gradual en la vida contemporánea hace que numerosas personas sientan pesar. El profesor y músico Tran Van Khe quien dedicó casi toda su vida a la investigación de la música popular, contó: “Después de 25 años de vivir en el extranjero en l976 tuve la oportunidad de regresar al país y viajar del Norte al Sur. Me asusté al ver que las madres casi no cantaban arrullos debido a la situación, el nuevo estilo de vida y la guerra. Fue una pena, porque las canciones de cuna son lecciones de música tradicional transmitidas por las madres a sus hijos junto con la leche que los alimenta. Esta se infiltra poco a poco en la mente de los bebés”.
Transmitidos oralmente, estos cantos populares tienen numerosas reproducciones con letras parecidas. En la tendencia urbanizadora y el animado ritmo de vida del actual mecanismo de mercado, las madres tienen poco tiempo para atender a sus hijos, por lo tanto, la oportunidad de transmitir y aprender las nanas también es escasa. El Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo está coordinando con numerosas localidades y regiones del país para organizar festivales y propagar estos cantos populares. Cao Thi Hien, una artista que se esfuerza por realizar este trabajo dio a conocer: “Hemos preparado un programa de enseñanza de nanas a la joven generación que atiende a sus hijos. Esto tiene numerosos efectos ya que las canciones de cuna comunican un sentido humano y educativo, elogiando la tierra natal y el país. Ahora, han mermado un poco, por ello todo el mundo quiere recuperar y proteger este arte tradicional”.
El arrullo es un hermoso rasgo de la cultura tradicional que debe legarse y ponerse en alto en la nueva época. El artista Pham Hong Phuong expresó: “No somos los que solo rememoran el pasado o se encierran detrás de los matorrales de bambúes, comprendemos que el desarrollo de la sociedad moderna es inminente, sin embargo, las excelencias del pueblo aún mantienen sus valores en la construcción de la moral y los sentimientos humanos. Por ello, las canciones de cuna son quintaesencias de la cultura vietnamita y su protección resulta más necesaria que nunca.