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Respuesta:
urbanasiongeneral urbanasiongeneral de los bendiga
Conclusiones
1. El lenguaje. que son conceptos discutibles, multívocos e interesados se utilizan como “naturales”, indiscutibles y que responden a la realidad. Se da por supuesto que las ciudades y el territorio deben ser “competitivos”. Se da por hecho que todo lo urbano debe ser “mercancía”. No se tiene en cuenta que conlleva un uso depredador de la ciudad y sus entornos que lo pagarán si no la actual generación la siguiente. Se prescinde del hecho que la vivienda es una necesidad básica para toda la población y así está establecido en la Cartas de derechos humanos y en muchas constituciones pero se deja casi siempre la financiación, el suelo y la producción de viviendas en manos del sector privado o por iniciativa social sin apoyo públicos. Se considera que el desarrollo urbano sin ciudad como indicador de progreso cuando ello genera una regresión social, cultural y ambiental. La producción masiva de viviendas para el mercado, que no van encontrar comprador ni inquilino, se exalta con la falsa ilusión “si la construcción marcha todo marcha”. Se mitifica la “resiliencia” para halagar a sectores medios o populares para que se olviden de las responsabilidades de los Estados. Se hace retórica sobre el planeamiento cuando en realidad las últimas décadas éste ha fracasado en sus objetivos ciudadanos, por sus tiempos lentos y su formalismo inoperante, por no adelantarse ni controlar las dinámicas del mercado y por asumir por medio de instrumentos propios que sirven a los intereses mercantiles (convenios, grandes proyectos mixtos, planes estratégicos, etc).. Se usa perversamente la sostenibilidad, la calidad de vida, la protección del medio ambiente y la seguridad para producir conjuntos residenciales-gueto como los barrios cerrados. Se considera indiscutible el derecho de la propiedad (como el suelo) y la primacía del sector privado (como los bancos financiadores del urbanismo y de la vivienda) con lo cual el teórico derecho se convierte en mercancías no asequibles a una parte de la población. El uso de estos términos hacen del urbanismo un medio para acentuar las desigualdades sociales.