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La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México fue un Sagrario construido en el siglo XVIII, siglo durante el que se vivió el gran apogeo de la Consolidación de Nueva España. La Iglesia en esos momentos era un gobierno propio y autónomo que poseía poderes para cambiar las cosas, pues en esos tiempos, la decisión de la Iglesia era inapelable.]
Retrato de Sor Juana Inés de la Cruz. Sor Juana fue una de las más grandes reformistas del florecimiento de la cultura en Nueva España en el siglo XVII. Escribió grandes obras y fue plenamente conocida durante esa etapa.
Se conoce como Consolidación de Nueva España al período en el cual la Nueva España alcanzó su madurez y se consolidó como la principal posesión colonial de España;1 logrando, incluso, un gobierno autónomo y una independencia total de su país compatriota.1 Sin embargo, durante este período, España comenzó a perder su gran poder hegemónico como potencia mundial, debido a la decaída de su poderío naval, económico y político.2 Dicha decaída, ocurrida en la segunda mitad del siglo XVII, fue propiciada por el puje de Inglaterra, Holanda y Francia en estos últimos aspectos.2 A partir de 1665, la flota inglesa se apoderó de puntos estratégicos en el Mar Caribe (como Jamaica y Belice) y se estableció temporalmente en las costas de Tabasco, amenazando al Imperio español.2 Mientras el poderío español se debilitaba, la Nueva España alcanzaba su madurez y, en la mitad del siglo XVII, se había consolidado ya como la principal posesión colonial de España; logrando una cierta autonomía política y económica respecto a su metrópoli.1 Siendo así, los criollos novohispanos comenzaron a ocupar cargos administrativos y eclesiásticos de importancia —aunque rara vez los más altos—, lo que los llevó a adquirir un importante poderío económico en el comercio, la minería y las haciendas.3 Por otro lado, las corporaciones civiles y eclesiásticas más importantes del virreinato, como la audiencia, los cabildos, el Consulado de Comerciantes de la Ciudad de México, la universidad, las órdenes religiosas, los pueblos indios y algunos gremios, afianzaron su preponderancia.4
Durante el proceso de consolidación de Nueva España, destacó también un florecimiento cultural que marcó una etapa de apogeo.2 A lo largo de ese siglo destacaron grandes pensadores, literatos y científicos de la talla de Bernardo de Balbuena (1568-1627), Juan Ruiz de Alarcón (1580-1639), Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695) y Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700).2 En gran medida la cultura alcanzó la cumbre gracias al arraigo y prestigio que habían logrado los diversos colegios administrados por las órdenes religiosas, en especial la de los jesuitas, y a la importancia académica que había alcanzado la universidad.
El poder alcanzado por los criollos novohispanos al iniciar el siglo XVI, así como la consolidación de las corporaciones, el crecimiento económico y comercial, el florecimiento cultural y la estabilidad política interna, fueron factores que otorgaron a Nueva España una determinada autonomía política y económica e incluso cierta grandeza con respecto de una metrópoli en franca decadencia.24
Índice
1 Nueva España en el siglo XVII
1.1 La reafirmación de la autoridad española
1.2 El descontento y la búsqueda de representatividad
1.3 El perfil de Nueva España hacia 1700
2 El crecimiento de Nueva España
2.1 El auge económico
2.2 El florecimiento de las ciudades en el siglo XVll
2.3 Expansión de la minería y del frente agrícola
2.4 Fortalecimiento de los mercados internos
2.5 Las grandes fortunas mineras y comerciales
2.6 Los inicios de la actividad industrial
2.7 La preeminencia del Bajío
2.8 La ocupación de Texas, Tamaulipas y las Californias
2.9 El enfrentamiento con los indios de las praderas de Norteamérica
3 Referencias
4 Bibliografía
4.1 Bibliografía general
4.2 Bibliografía complementaria
Nueva España en el siglo XVII
La reafirmación de la autoridad española
Óleo del sigo XVIII que representa al virrey novohispano Antonio María de Bucareli y Ursúa. En el siglo XVII los virreyes habían adquirido cierta autonomía y las reformas borbónicas se encaminaron a restarles poder.5
En 1700, apenas iniciando el siglo XVIII, cambió la casa reinante española de los Habsburgo a los Borbón.4 A fin de reafirmar su autoridad, la nueva dinastía aplicó una serie de reformas encaminadas a reorganizar el gobierno y los territorios, tanto en España como en las colonias; a éstas se les conoce como reformas borbónicas.46 Así comenzó una nueva etapa en la organización del Imperio. Las reformas se aplicaron a partir del gobierno del primer monarca Borbón, Felipe V, pero alcanzaron su máxima expresión con el reinado de Carlos III, en la segunda mitad del siglo.46
Los objetivos esenciales de las reformas eran obtener mayores recursos económicos, simplificar el comercio para hacerlo más eficiente, restar poder y riqueza a la Iglesia y reorganizar la administración pública.46