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Respuesta:
En narrativa solemos hablar de dos tipos de finales: final abierto y final cerrado.Un final cerrado es aquel en el que todas, o casi todas, las tramas de la historia quedan resueltas. Las incógnitas se aclaran y dotan de sentido a toda la narración. Justo al contrario ocurre en un final abierto, donde quedan preguntas sin resolver, dando pie a distintas interpretaciones, según lo que haya entendido de la historia cada lector.Para que un final abierto sea convincente es necesario que el autor tengo un gran dominio de la historia y los personajes, de otro modo la narración parece incompleta y suele resultar confusa.Suele usarse a menudo en las largas sagas cuya historia se desarrolla a lo largo de varios libros y su finalidad en estos casos es dejar abierta la expectación del lector, que esperará con interés la salida del siguiente volumen.Dos ejemplos de finales abiertos serían “Soy leyenda”de Richard Matheson y “Muerte de la luz” de R. R. Martin.Los finales abiertos los desarrollamos en el primer capítulo de nuestro taller básico de narrativa, dedicado a la estructura del relato.
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