Respuestas
Respuesta:
Los cristianos de las primeras comunidades eran conscientes de que el evangelio era una buena noticia y había que predicarla. Y por eso no solo los apóstoles, (aunque especialmente ellos) se dedicaban a predicar y anunciar el evangelio, se dedicaban todos los que creían en Jesús.
Respuesta:
En los Hechos de los Apóstoles, san Lucas nos muestra a la Iglesia de Jerusalén como el paradigma de toda comunidad cristiana. Los cristianos perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, hacían memoria del Señor a través de la fracción del pan, es decir, de la Eucaristía, y dialogaban con Dios en la oración. Los creyentes vivían todos unidos, conscientes del vínculo que los une entre sí como hermanos en Cristo, sintiéndose especialmente llamados a compartir con todos los bienes espirituales y materiales, según la necesidad de cada uno. Así, compartiendo la Palabra de Dios y también el pan, la Iglesia se convierte en fermento de un mundo nuevo, en el que florece la justicia, la solidaridad y la compasión.
El libro de los Hechos añade que los discípulos acudían a diario al templo, partían el pan en las casas y alababan a Dios. En efecto, la liturgia no es un aspecto más de la Iglesia, sino la expresión de su esencia, el lugar donde nos encontramos con el Resucitado y experimentamos su amor.