Respuestas
Explicación paso a paso:
Los peruanos tenemos una relación de amor-odio con la minería. La larga tradi-
ción minera del país y su contribución a la generación de divisas necesarias para
mantener el equilibrio macroeconómico hacen que este sector sea apreciado y
considerado por varios grupos de la sociedad como el motor del crecimiento de
la economía peruana. Los cambios en la legislación minera durante la década
de 1990 refl ejan, por ejemplo, esta visión, que suelen compartir los ciudadanos
de las urbes —principalmente de Lima y de otras de la costa—; después de
todo, son los principales benefi ciarios de los ingresos mineros vía la provisión
de servicios. En este contexto, el creciente descontento de las poblaciones ubi-
cadas cerca de los centros de operaciones mineras resulta poco entendible: si
la minería signifi ca tantos benefi cios, ¿cómo pueden estar contra una actividad
económica que trae crecimiento económico?; ¿por qué sus habitantes no aprecian
los avances que las empresas mineras presentan en sus balances sociales? Quizá
la respuesta radique simplemente en que —aun con minería— siguen siendo tan
pobres; en que el Estado los sigue excluyendo de su condición de ciudadanos;
en que sus capacidades no han aumentado; y en que, como comunidades, se
ven obligadas a competir con las empresas mineras para usar recursos como el
agua y la tierra o para conservarlos.
La situación actual, en la cual el odio está inclinando la balanza a su favor,
se relaciona también con una visión simplista de la minería peruana:
Respuesta:
rechazan porque creen que van a dañar la agricultura