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Respuesta:
En el siglo XVI se produjo una gran crisis en la Iglesia católica, en Europa Occidental, debido a numerosas acusaciones de corrupción eclesiástica y falta de piedad religiosa. Fue la venta de indulgencias para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma, lo que dio inicio a la Reforma protestante
Explicación:
En este tiempo estalló un gran escándalo en Alemania a causa de la cuestión de las indulgencias. Para Lutero, las indulgencias eran una estafa y un engaño a los creyentes con respecto a la salvación de sus almas. En 1517, Lutero clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg sus 95 tesis, en las que atacaba las indulgencias y esbozaba lo que sería su doctrina sobre la salvación solo por la fe.
Las 95 tesis se difundieron rápidamente por toda Alemania gracias a la imprenta, y Lutero se convirtió en un héroe para todos los que deseaban una reforma de la Iglesia católica. En algunos lugares hasta se iniciaron asaltos a edificios y propiedades de la misma Iglesia católica. Por sus 95 tesis, Lutero se había convertido en el símbolo de la rebelión de Alemania contra lo que ellos consideraban prepotencia de la Iglesia católica. Lutero arriesgaba además su vida, ya que podía ser declarado hereje por la jerarquía eclesiástica y ser condenado a la hoguera.
Lutero hacía un llamado a la nobleza alemana para que negase obediencia al Papa y apoyase la formación de una Iglesia alemana; afirmaba también, que de acuerdo a la Biblia, todos los cristianos eran sacerdotes sin necesidad de ninguna ordenación especial, y negaba la jurisdicción suprema del Papa sobre la cristiandad universal. Criticaba los sacramentos de la Iglesia católica reduciéndolos a solo dos, que él pensaba eran bíblicamente fundamentados y afirmaba también que los poderes civiles debían tener plena autoridad política sobre la Iglesia católica.
Finalmente, el Papa declaró a Lutero un hereje y lo excomulgó, es decir, lo declaró separado de la comunidad de la Iglesia católica.
Entre los años 1559 y 1562 tuvieron lugar en Valladolid y en Sevilla varios autos de fe contra personas acusadas de simpatizar con las ideas protestantes. Cientos de ellos acabaron en la hoguera, aunque algunos lograron huir.
El día 1 de septiembre de 1558, el inquisidor general don Fernando de Valdés, escribió una carta al papa Pablo IV en la que le informaba detalladamente sobre la situación religiosa de España. En esos años, la Reforma protestante, iniciada por Lutero en 1517, había triunfado en muchas partes de la Cristiandad, desde Alemania y Suiza hasta Gran Bretaña y los países escandinavos; incluso en naciones como Italia y Francia los "herejes" luteranos y calvinistas parecían ganar terreno.
El inquisidor Valdés aseguraba al papa, que España era "la provincia de la Cristiandad que más libre había estado de aquella mácula", y ello gracias –decía con jactancia– a su personal intervención y a la de los ministros del Santo Oficio con sus famosos autos de fe.
Dejamos documento donde se refleja la quema de algunos luteranos condenados en Sevilla y otras sentencias, como la de Casiodoro de Reina que fue condenado a ser quemado en efigie por encontrarse huido