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Respuesta:
Los fascismos ambicionaron alcanzar la unidad y la identidad nacionales, desde una visión conservadora, excluyendo y hostigando a quienes pusiesen en peligro tal aspiración, ya fuesen otras naciones o, dentro del mismo Estado, aquellos elementos considerados extraños, por ejemplo, las minorías raciales (judíos, gitanos, etc.).
Los movimientos de carácter internacionalista, como la III Internacional (Komintern) y los grupos políticos que la integraban (comunistas), fueron también condenados y perseguidos, acusados de estar al servicio de potencias extranjeras, fundamentalmente de la URSS.
Explicación:
Hubo casos en los que los sentimientos nacionales se exasperaron, como en el caso de las regiones de Alsacia y Lorena, en poder de Francia a raíz del Tratado de Versalles, o la parte oriental de la Prusia alemana, bajo soberanía polaca.
En ambos casos el nacionalismo fue alentado y utilizado como arma política contra otros estados, creando un ambiente de xenofobia, rencor e intransigencia que originó tensiones y conflictos. Texto. El nacionalismo para el fascismo.Conde de Sforza. Dictadores y dictaduras tras la guerra. 1931
En febrero de 1938 Hitler anexiona Austria al III Reich (Anschluss). Parte de la población austríaca, de habla y cultura germánicas, vio con agrado esta acción que había sido prohibida por las potencias vencedoras tras la Gran Guerra y que formaba parte de las reivindicaciones nacionalistas alemanas.
Respuesta:
Explicación:Los fascismos ambicionaron alcanzar la unidad y la identidad nacionales, desde una visión conservadora, excluyendo y hostigando a quienes pusiesen en peligro tal aspiración, ya fuesen otras naciones o, dentro del mismo Estado, aquellos elementos considerados extraños, por ejemplo, las minorías raciales (judíos, gitanos, etc.).
Los movimientos de carácter internacionalista, como la III Internacional (Komintern) y los grupos políticos que la integraban (comunistas), fueron también condenados y perseguidos, acusados de estar al servicio de potencias extranjeras, fundamentalmente de la URSS.
Cartel republicano español de 1937 promoviendo la intervención soviética en la guerra civil. Ampliar imagen
Amigos de la URSS
Poster nazi de 1934 alusivo a la recuperación de los territorios del Este. La leyenda reza: "Alemania es libre". Ampliar imagen
Poster nazi
Hubo casos en los que los sentimientos nacionales se exasperaron, como en el caso de las regiones de Alsacia y Lorena, en poder de Francia a raíz del Tratado de Versalles, o la parte oriental de la Prusia alemana, bajo soberanía polaca.
En ambos casos el nacionalismo fue alentado y utilizado como arma política contra otros estados, creando un ambiente de xenofobia, rencor e intransigencia que originó tensiones y conflictos. Texto. El nacionalismo para el fascismo.Conde de Sforza. Dictadores y dictaduras tras la guerra. 1931
En febrero de 1938 Hitler anexiona Austria al III Reich (Anschluss). Parte de la población austríaca, de habla y cultura germánicas, vio con agrado esta acción que había sido prohibida por las potencias vencedoras tras la Gran Guerra y que formaba parte de las reivindicaciones nacionalistas alemanas. Celebración nazi tras la anexión de Austria. 1938. En segunda parte del documental. La primera hace referencia a la intervención alemana en la guerra civil española. Idioma: inglés
Frente a este ambiente de ultranacionalismo, las principales potencias democráticas reaccionaron con tibieza, adoptando una estrategia conocida como "política de apaciguamiento", basada en el mantenimiento a toda costa de la paz pese a las provocaciones y hostilidad de las potencias fascistas. Texto. La política exterior francesa respecto a Alemania Entrevista entre el primer ministro británico Neville Chamberlain y Adolf Hitler. 1938. Audio: en inglés
En septiembre de 1938, por el "Pacto de Munich", el Reino Unido y Francia concedieron a Hitler licencia para anexionarse gran parte del territorio de los Sudetes (Bohemia-Moravia), perteneciente a Checoslovaquia y donde residía una importante minoría de origen alemán.
Benito Mussolini y el ministro británico Neville Chamberlain se estrechan la mano durante el Pacto de Munich. Septiembre de 1938. Ampliar imagen
Acuerdos de Munich
Los acuerdos de Munich resultaron un fracaso, pues meses más tarde (marzo de 1939), Hitler invadía la totalidad del territorio checo. El ataque a Polonia (septiembre de 1939) culminaría esa escalada de agresiones, originando la Segunda Guerra Mundial.
Poster italiano rememorando las glorias del pasado Imperio Romano con el que trataba de identificarse. Ampliar imagen
Resucitando a Roma
Para condicionar a las masas en torno a la idea de una patria común se manipuló a conveniencia la historia: por ejemplo, Mussolini volvió su mirada en la antigua Roma, tratando de evocar la grandeza de ese imperio e identificándolo con la Italia fascista. Texto. El imperialismo fascista italiano
Consideró "mare nostro" al Adriático, al modo en que los romanos distinguieron al Mediterráneo. Creó un imperio que, hasta 1941, tuvo posesiones en África (Somalia, Etiopía o Abisinia y Libia), en el Egeo (Dodecaneso) y en el Mediterráneo (Albania).
Ilustración de 1936 representando a Mussolini como dueño de Etiopía y creador del Imperio italiano. Ampliar imagen
El imperio italiano
Ejemplos similares se dieron en otros regímenes totalitarios: en España, el franquismo apeló a la monarquía de los Reyes Católicos y a la época de los primeros Austrias como paradigmas de unidad y grandeza. Valores que había que rescatar frente a la "desunión" y "decadencia" en que había caído el país. José Antonio Primo de Rivera enumera los males que padece España