Respuestas
Respuesta:
- Arresto del rey de España 1808. ...
- Junta de gobierno 1810. ...
- Primer congreso nacional 1811. ...
- Gobierno de José Miguel Carrera 1812. ...
- Reacción española 1813. ...
- Desastre de Rancagua 1814. ...
- Ejército libertador cruza la cordillera 1817. ...
- Batalla de Chacabuco 1817.
eso son algunos
Respuesta:
En 18 de Septiembre de 1810 se llevó a cabo en Santiago la Primera Junta de Gobierno, que pese a ser un acto de autodeterminación, manifestó su lealtad al Rey de España Fernando VII. Este episodio fue conmemorado al año siguiente por el presidente de la nueva Junta de Gobierno, José Miguel Carrera Verdugo. Los días 28, 29 y 30 de septiembre de 1811 se realizó una iluminación general de la ciudad y un baile en la Casa de Gobierno. Las celebraciones se realizaron en estas fechas ya que Carrera había asumido como presidente tan solo el 4 de septiembre, tras encabezar, junto a sus hermanos, un movimiento militar que pretendía instalar en el gobierno a quienes realmente deseaban el autogobierno y la independencia del país.
Con el gobierno de Carrera, la idea de independizarse fue consolidándose de forma definitiva y los actos realizados por este eran cada vez más proclives a una ruptura definitiva con España. Por este motivo, el virrey del Perú Fernando de Abascal envió tropas a someter a los patriotas rebeldes, logrando el triunfo definitivo en la Batalla de Rancagua, combate que significó el fin del periodo denominado Patria Vieja y que dio paso a la Reconquista española (1814-1817).
Durante los tres años de la Reconquista, los ánimos de las fuerzas patriotas se fortalecieron, principalmente producto de la fuerte represión que existió de parte de las autoridades realistas que deseaban restablecer el orden anterior. Tras la Batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818, y una vez establecida la Independencia definitiva de Chile ese mismo año, tres fueron las fechas que se celebraron mediante fiestas cívicas. La primera de ellas, el 18 de septiembre, que conmemoraba el Cabildo Abierto realizado el 18 de septiembre de 1810; el 12 de febrero de 1817, que celebraba la Batalla de Chacabuco y la declaración de la Independencia realizada en 1818; y la última fecha fue el 5 de abril de 1818, que rememoraba el triunfo de la Batalla de Maipú.
Esta trilogía de conmemoraciones recordaba distintos hitos del proceso de independencia y simbólicamente representaban el fin de la dominación española y el inicio de un nuevo periodo en la historia de Chile, como una nación independiente. En ellas se hacían diferentes actos públicos de conmemoración, donde las autoridades creaban momentos de unidad y de exaltación de lo propio. Todas estas instancias festivas proporcionaban el ambiente idóneo para inculcar en el pueblo chileno una identidad común de pertenencia a la patria.
Durante los primeros años de la República, dada la multiplicidad de fechas festivas presentes en el calendario anual, paulatinamente se pretendió regular las festividades. Es más, algunas de hecho se suprimieron completamente, argumentando motivos económicos y políticos. En 1821, por medio de un decreto, se estableció que los días 11, 12 y 13 de febrero conmemorarían la Independencia de Chile (los días 11 y 13 fueron una extensión de la fecha celebrada). El 14 de agosto de 1824 se decretó que solo serían días festivos nacionales el 12 de febrero y el 18 de septiembre, eliminando de esta forma las celebraciones del 5 de abril. Entre los motivos de la supresión de esta celebración se argumentó que esta fecha coincidía con Semana Santa, de modo que normalmente se postergaba, y terminaba festejándose a fines de abril, bastante más tarde de los hechos que conmemoraba.
El 8 de febrero de 1837, mediante un decreto presidencial, se reunieron todas las festividades nacionales en un solo día: el 18 de septiembre. Desde aquel año la fiesta celebrada el 12 de febrero se eliminó. La razón de esta medida era bastante similar a las esgrimidos para la abolición de la festividad del 5 de abril. En muchas ocasiones el 12 de febrero coincidía con el comienzo de la Cuaresma, tiempo litúrgico que en parte se celebraba con un ayuno especial que no concordaba con el ambiente festivo de las celebraciones del 12 de febrero. Además, había una razón económica, esta fecha coincidía con la época de cosechas, y los campos quedaban sin trabajadores cuando más se los necesitaba. Fue así, como por diferentes motivos el 18 de septiembre se estableció como la festividad nacional por excelencia. De esta manera, después de casi veinte años de vida independiente y diversos ensayos de celebración, la República de Chile contó con un solo gran día de fiesta nacional, el que se ha mantenido hasta la actualidad.