Describe la forma el tamaño la textura el color el olor del ladrillo y trata de calcualar su peso
Respuestas
COLORES Y TEXTURAS
Los diferentes colores de ladrillos tienen que ver con el tipo de arcilla empleado en su fabricación. En algunos casos, también intervienen en el color la adhesión de algún mineral y la temperatura de cocción. No es raro encontrar ladrillos negros, blancos, amarillos o rojos.
En cuanto a las texturas, éstas dependen de los moldes utilizados en la fabricación, por lo que pueden ser de lo más variadas: ralladas, punteadas, con motivos decorativos, etc., y tener dibujos en una sola de sus caras o en todas.
En su variedad, los hay:
- Macizos: son planos y tienen, en una de sus superficies, un nivel más bajo que las restantes (cara hundida). Esta depresión sirve para unir los ladrillos unos con otros cuando se la rellena con materiales de agarre.
- Especiales: son de formas variadas, por lo que solucionan el toque final de las paredes decoradas. Los hay rematados con doble canto, terminados en curvas, con ángulos esquinados y con puntas redondeadas.
- Perforados: tienen agujeros que los atraviesan de lado a lado y que cumplen la función del hundido de los ladrillos estándar.
- Huecos: constituyen una verdadera muralla contra la humedad. Pesan muy poco y tienen múltiples aplicaciones en la construcción, como la de levantar dobles muros entre los cuales insertar materiales antirruidos o aislantes.
También son llamados rasillas.
Existen diferentes calidades de ladrillos para la construcción. Los de interior no se deben usar para muros exteriores; los de calidad especial se emplean para levantar muros en lugares de clima duro y los de calidad corriente son los de uso más habitual. Actualmente el ladrillo también ha adquirido un rol decorativo dentro de la construcción, esto es debido a la gran variedad de diseños, texturas, formas y colores que han incorporado los nuevos fabricantes.
OTRO LADRILLO EN LA PARED
Menor complejidad en la colocación con el mismo valor estético: surge un nuevo concepto en "ladrillo visto" que promete derribar los abultados costos y tiempos de las piezas tradicionales.
Hasta el momento, optar por el clásico "ladrillo visto" para texturizar fachadas guarda en su alto componente estético un contrasentido práctico: el engorroso modo artesanal de su colocación. Ajustado a la plasticidad constructiva del nuevo siglo, al economizar tiempos y costos, surge un nuevo sistema en ladrillo a la vista que, por si fuera poco, promete estar en armonía con el medio ambiente gracias a su capacidad de reducir el uso de materias orgánicas de alto impacto ecológico.
Es que a diferencia de los ladrillos tradicionales, la nueva línea de la empresa Cerro Negro tiene el acento puesto en su ductilidad y sencillez a la hora de su utilización.
Como bloques de un accesible rompecabezas, TecnoBrick ahorra la dificultosa tarea de mantener el nivel de colocación fila por fila sin tener que recurrir al empleo de separadores entre cada uno de los ladrillos. Y, por ende, simplifica la contratación de mano de obra especializada. Para los más detallistas se puede agregar que la gama consiste, básicamente, en piezas cerámicas planas de baja absorción, de forma rectangular y medidas aproximadas de 20x40x2 centímetros de espesor, de perímetro irregular y encastrables entre sí, en cuya superficie vista se reproducen relieves con la forma, color, tamaño y características exactas de los ladrillos a la vista en la disposición usualmente denominada "traba a la francesa".
Este material puede ser combinado armónicamente con diversos materiales: mármol, piedra, vidrio, madera, constituyendo una solución ideal para la decoración de cualquier ambiente de la casa. Por último, sus bajos niveles de absorción de agua favorecen su uso para la cobertura de muros con problemas recurrentes de humedad como, por ejemplo, suele ocurrir en los proyectos de reciclado.
Explicación:
el la drillo es de amarillo y sapote