• Asignatura: Castellano
  • Autor: angie0236
  • hace 6 años

resumen de el imaginero Manuel Mujica​

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Respuesta dada por: laurasofiamartinez58
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Respuesta dada por: jeffjordanapazacayul
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Explicación:

Manuel Couto regresó a Buenos Aires presa de una obsesión que le trastornó el ánimo. Había permanecido cinco años en los calabozos del Santo Oficio de Lima. Fueron cinco terribles años, durante los cuales su razón, de suyo dada a la fantasía, se extravió lentamente. Por acusaciones de una mestiza y un negro, sus criados, había sido enviado a esas crueles cárceles. Los servidores se amaban en secreto y como el imaginero comenzó a perseguir a la mocita, resolvieron deshacerse de él tachándole de hereje. El portugués no tuvo defensa. Era cierto que para terminar la escultura de Nuestra Señora de la Concepción se había sentado sobre la talla y que, ante las hipócritas recriminaciones de la mestiza, le había respondido que no se preocupara, que aquella era una perdida como ella. Golpeando el madero, añadió: “Esto no es más que un pedazo de palo”. Era cierto también que en otra oportunidad, hallándose enfermo, blasfemó contra la Virgen, pues no aplacaba sus dolores. Cierto y muy cierto, para su desgracia. Los jueces y comisarios eclesiásticos de Buenos Aires se negaron a escucharle, cuando protestó de su inocencia y juró su condición de cristiano viejo. La sola circunstancia de ser portugués, natural de San Miguel de Barreros cerca de Oporto, fomentaba la sospecha de su judaísmo. De nada le valió su buena amistad con el gobernador don José Martínez de Salazar, quien en 1671 le había confiado la ejecución del Santo Cristo que donó a la Catedral de Buenos Aires. Secuestraron sus bienes y le mandaron al Perú, como un fardo. Allí le tomaron declaración muchas veces y por fin le sometieron a tormento, poniéndole en la cincha. Naturalmente, confesó cuanto quisieron y salió por las calles, a horcajadas en un burro, vistiendo el sambenito amarillo y llevando en la diestra un cirio verde. El verdugo le dio doscientos azotes. Luego le condenaron a cuatro años más de presidio, en Valdivia, pero como había pasado varios en la Ciudad de los Reyes, logró esquivar ese encierro y volverse al Río de la Plata.

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