Respuestas
Respuesta:
4 consejos para llevar una vida más libre
- Conócete a ti mismo. Como hemos dicho, más que ser libre, lo importante es sentirnos libre. ...
- Sé coherente con tus valores. Una forma de sentirte libre es actuar de modo a tus creencias. ...
- Viaja. No hay experiencia que abra tanto la mente como viajar. ...
Ponte objetivos.
Explicación:
¿Qué se siente ser libre?
La libertad es el derecho que nos faculta a decir y hacer lo que sentimos, siempre y cuando esté dentro de los parámetros del respeto. Decir y hacer lo que uno piensa no nos exime de las críticas y los cuestionamientos, pero para lo que no hay espacio es para las presiones y las imposiciones de cualquier tipo
uego del encierro, la libertad causa una inmensa satisfacción en una persona. Sin embargo, luego de dejar la cárcel, muchos son quienes no encuentran un proyecto que llevar adelante y no logran vivir una vida de personas "libres".
Comparemos este fenómeno con la historia de Viktor Frankl: un psiquiatra que vivió tres años preso en un campo de concentración nazi. A pesar de estar cautivo, verse obligado a realizar tareas inhumanas, ser víctima de las peores humillaciones y testigo del asesinato de sus seres queridos, Frankl afirmó haber encontrado un "espacio de libertad" durante aquellos años.
Descubrió que, incluso en la mayor esclavitud, él podía conservar la libertad de decidir cómo sentirse y qué pensar.
Estos dos ejemplos tan opuestos tienen algo en común: aportan otra visión de la libertad... Comúnmente, pensamos que la libertad es una condición "externa" y que ser libre, es tener la posibilidad de vivir sin la opresión, sujeción, o dominación de otros. Por esto, cuando sentimos que nos falta libertad, la exigimos "hacia afuera" (exigimos más libertad política, económica, de expresión, etc).
Pero si realmente fuera así, si la libertad fuese sólo una condición externa, los liberados de prisión se sentirían personas libres y el esclavizado Frank no.
La libertad no es sólo una condición externa, sino también un estado interno. Esta nueva forma de ver la libertad, tiene más que ver con una decisión, que con una situación. Ella nos ayuda a entender que la esclavitud, nace en muchas de las decisiones que tomamos, en los valores a partir de los cuales decidimos y en las prioridades que consideramos al momento de elegir.
Partiendo de esta nueva forma de concebir la libertad, reflexionemos sobre algunas de las "prisiones" que nos esclavizan a diario...
- El tiempo: cuando nos sentimos "prisioneros del tiempo", ¿no será que decidimos colocar las urgencias, por encima de las cosas que son importantes para nosotros?
- La sociedad: cuando nos sentimos "prisioneros de la mayoría", ¿no estaremos poniendo la voz de la sociedad, por sobre nuestra propia voz?
- Las relaciones: cuando nos sentimos "prisioneros de una relación", ¿no habremos decidido colocar las necesidades del otro, por sobre las nuestras?
- La moda: cuando nos sentimos incómodos con nuestra imagen, ¿no ocurrirá que le damos más peso a las apariencias, que a nuestro bienestar interior?
- El sistema: toda vez que nos creemos "prisioneros del sistema", ¿no estaremos anulando nuestra capacidad de cambiar las cosas?
- Las comodidad: cuando algo nos molesta y no hacemos nada, ¿no estaremos optando por la alternativa más cómoda?
Nuestras verdaderas "prisiones" no son ni el tiempo, ni las relaciones, ni el sistema... sino nuestros miedos, que se manifiestan en nuestros paradigmas y nuestros hábitos. En pocas palabras, aquello que nos impide sentirnos libres no son las restricciones externas, sino los obstáculos internos.
Respuesta:
no creer en fantasías sino en la realidad
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corona
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pvt
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pto
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ahhhhh