Respuestas
Respuesta:
Según la leyenda, una noche la luna descendió desde el cielo a la tierra, por desgracia se quedó enredada entre las ramas de un árbol. ... La luna le robó la sombra al lobo para que nunca se olvidase de ella y desde ese momento todos los lobos aúllan los días de luna llena, pidiéndole que devuelva la sombra de aquel lobo.
Explicación:
Espero que desirva si de sirvio dale a la corona
EXPLICACIÓN A BASE DE UNA LEYENDA
Según la leyenda, la luna una noche descendió desde el cielo a la tierra, por desgracia se quedó atorada entre las ramas de un árbol... Un lobo que caminaba esa noche por el bosque, encontró a la luna enganchada en el árbol, la acarició con su osico y la ayudo a liberarse. Estuvieron toda la noche jugando hasta que amaneció. La luna le robó la sombra al lobo para que nunca se olvida de de ella y desde ese momento todos los lobos aúllan los días de luna llena, pidiéndole que devuelva la sombra de aquel lobo.
EXPLICACIÓN CIENTÍFICA
Una de la cosas por las que la gente conoce a los lobos, es por su característico aullido que ha formado parte de numerosas películas de miedo y que tiende a crearnos una sensación de nerviosismo debido a que pensamos que va a suceder algo en breve.
Lo cierto es que los lobos no aúllan a la luna. Tampoco lo hacen cuando se disponen a cazar, ya que estudios científicos han demostrado que la mayoría de los animales no reaccionan frente al aullido de un lobo.
Se piensa que los lobos aúllan para comunicarse entre los miembros de una camada y los de otros territorios, enviándose entre ellos mensajes de advertencia y haciendo saber que el territorio ya está siendo dominado por ellos.
Normalmente aúllan al atardecer y al amanecer, momento en el que se unen tras la caza nocturna en manda que desarrollan. También lo hacen las crías para hacerles saber a sus padres que tienen hambre o cuando han cazado una presa y tienen que defender el cuerpo inerte de otros animales.
Además, los científicos piensan que lo hacen en numerosas ocasiones reunidos con el fin de crear vínculos sociales al igual que lo hacemos las personas.
Los perros o canes, descendientes de los lobos, también lo hacen aunque de una manera diferente. El ladrido o aullido de un perro es mucho más agudo y continuado que el de un lobo. Contrasta en gran medida con el tono grave y las pausas que hacen entre aullido y aullido los lobos.
Los lobos no suelen ladrar debido a que usan este mecanismo de comunicación en situaciones en las que sienten miedo y se ven amenazados o bien cuando quieren asustar a su presa.