Respuestas
Respuesta:
Los ejemplos más conocidos de (bienes) comunes se encuentran en la naturaleza: aire, agua, tierra, bosques y biodiversidad. Los (bienes) comunes también pueden ser sociales, intelectuales y culturales: por ejemplo, sistemas de salud y educación, conocimiento, tecnología, Internet, literatura y música. Los derechos humanos, en su condición de declaraciones morales y políticas ampliamente aceptadas como protección frente a los abusos del poder y para el acceso a los recursos y las condiciones esenciales para la vida, también pueden verse como (bienes) comunes universales. (3) Sin embargo, el discurso de los derechos humanos ha quedado atrapado en el lenguaje del neoliberalismo y el individualismo, que contradice los valores subyacentes a las nociones de los comunes.
Los (bienes) comunes pueden estar relacionados entre sí y formar una red: una cosa, un espacio o un sistema pueden ser (bienes) comunes y habilitar a otros (bienes) comunes. Por ejemplo, Internet es un (bien) común y la tecnología de Internet ha posibilitado que haya conocimientos virtuales comunes. Del mismo modo, los dominios ancestrales de los pueblos indígenas permiten el desarrollo de conocimientos locales, de la ciencia y el uso de los recursos y los sistemas de conservación.
Los (bienes) comunes pueden ser recibidos por una comunidad o grupo como herencia de generaciones anteriores, y de la misma forma, ser transmitidos a las generaciones futuras. Se pueden inventar, crear, adaptar, proteger y reponer a través de reglas acordadas colectivamente. Numerosas cooperativas de ahorro y crédito comenzaron como iniciativas comunes. Algunas conservaron las identidades de sus (bienes) comunes, mientras que otras fueron cooptadas por el capitalismo y se convirtieron en instituciones de micro-financiamiento. En numerosas zonas rurales de Asia, las comunidades comparten mano de obra, productos e ingresos para mantener reservas colectivas de alimentos. La mayoría de las aldeas en el sudeste asiático tienen bosques comunitarios, fuentes de agua comunes (pozos, lagunas, lagos, arroyos, etc.) y tierras comunes para pastoreo y alimentación. La conservación y el intercambio de semillas entre los campesinos es uno de los sistemas comunes más duraderos, que resulta crucial en el fortalecimiento de la resilencia comunitaria y la soberanía alimentaria, en la medida que genera un sentido compartido de lugar e interdependencia y pone de relieve el papel vital de las mujeres.