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La danza tiene como objetivo principal contar una historia o acontecimiento a través de movimientos acompasados con el cuerpo, brazos y pies. Un elemento principal para realizarlo es la música, encargada de armonizar el acto.
De acuerdo con la Real Academia Española, la palabra folclor se refiere al conjunto de costumbres, creencias, artesanías, canciones, y otras cosas semejantes de carácter tradicional y popular.
Con la información anterior, se deduce que la danza folclórica es una manera de contar un acontecimiento de la vida cotidiana y representativa de una región determinada.
El folclor ecuatoriano es amplio, pues cada una de las 24 provincias que componen el país, está llena de tradiciones, leyendas, costumbres y actividades diarias distintas.
La provincia de Loja, situada en la zona sur del país, cuenta con varios grupos de danza folclórica, de los cuales destacan Kapak-Ñan, del municipio de Loja, Aymara, de la Universidad Nacional de Loja, y Jahua-Ñan, de la Universidad Técnica Particular de Loja; reconocidos por su participación en múltiples festivales internacionales.
Reynaldo Efraín Soto, Director de la sección de danza de la Universidad Nacional de Loja, menciona que en los niños, jóvenes y adultos se ha despertado el interés por aprender y ejecutar la danza, sin embargo, también se ha visto afectado por ritmos y bailes extranjeros.
Los jóvenes son quienes menos gustan de la cultura nacional, adquiriendo ideas extranjeras; incluso comentan que la danza ecuatoriana les resulta aburrida por el ritmo de la música que la acompaña.
“Hay personas que trabajan y hacen lo posible por mantener nuestro folclor” declara Glenda Morocho Ordóñez, Directora del grupo de danza folclórica de la Universidad Técnica Particular de Loja. Así mismo, comenta que los conocimientos que posee cada joven en cuanto a la cultura del Ecuador, son porque su familia se los ha transmitido. “Lo que falta a nivel nacional y local, es la curiosidad por parte de ellos por conocer y aprender lo que nuestro país tiene”.
Dicha universidad cuenta con un grupo dedicado al folclor ecuatoriano, Jahua-Ñan, que por su traducción a la lengua quichua quiere decir “camino arriba”, es integrado por alumnos de las diversas titulaciones que se ofrecen en la institución.
Silvana Maritza Jiménez, estudiante de Economía, integra la agrupación desde hace cuatro años, comenta que el primer contacto con el folclor sucedió cuando ingresó a la universidad. “Tengo gusto por la danza desde pequeña. Cuando ingresé a la universidad tomé la materia de libre configuración, ahí nos enseñaban pasos de danza y hacíamos investigación sobre la cultura del país”.
Genoveva Mora ha estado involucrada con las artes escénicas toda su vida. Estudió danza durante 12 años y, desde hace 11 dirige El Apuntador, una revista que ha trazado el mapa de la danza y el teatro en el país.
Según Genoveva Mora, y el estudio que ha realizado sobre la danza en el Ecuador, la diferencia entre el movimiento dancístico actual y el movimiento del pasado, radica en que los nuevos conocimientos dancísticos no asumen al cuerpo como herramienta para ser entrenada. Para los jóvenes el cuerpo es quien habla, “para ellos el cuerpo no solo da cuenta del sentido narrativo sino de cómo estamos hoy, de qué nos pasa como seres sociales y políticos.”
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