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1.- Muévete todo lo que puedas cada día: la gran mayoría de personas trabajamos sentados, usamos el ascensor, cogemos el metro o el coche para todo, usamos las escaleras mecánicas… La mayoría de los días vamos de casa al trabajo, del trabajo a casa y, como mucho, nos detenemos a hacer algún recado de camino.
Recuerda: muévete todo lo que puedas para que tu cuerpo y tu mente se despejen.
2.- Deja de hacerle fotos a tooodo. ¿Cuántas veces has ido a un concierto, exposición o a un lugar nuevo y lo has visto todo a través de tu móvil? Estamos cayendo en una peligrosa costumbre de olvidarnos del aquí y ahora. Nos perdemos el resto de sentidos y nos centramos solo en capturar una imagen para el futuro.
Deja el móvil y disfruta mejor del aquí y del ahora, poniéndole más sentidos.
3.- Evita que las opiniones de los demás te afecten.
Piensa en cuánto sufrimiento te genera pensar en lo que los demás piensan de ti. En cuántas veces has cuestionado tu valía o tu importancia por lo que opine otra persona. Asúmelo: no puedes caerle bien a todos. Igual que no todos te caen bien a ti. El problema está en el valor que le damos a las opiniones de los demás, fundamentalmente a las negativas. ¿Por qué será que no nos pasamos días enteros dándole vueltas a un cumplido o halago que nos hayan hecho? Eso no, eso se nos olvida pronto. Tienes que dedicar recursos mentales a colocar la opinión de los demás en su sitio y no permitir que eso te defina o afecte a tu autoestima.
4.- Despídete de una vez de dejar las cosas para luego. Una cosa pendiente cada vez y no olvides algo de esparcimiento cuando acabes. Posponer las cosas solo hace que se nos acumulen y ocupen espacio en nuestra cabeza. Al quitarlas de nuestra vista no se van de la cabeza. Piensa que si dejas algo para mañana lo vas a tener que cargar dos días en tu cabeza.
Sé más práctico, suelta peso mental.
5.- Corta las relaciones tóxicas, las que solo quitan energía en lugar de aportarla. Seguro que te ha pasado alguna vez, esa pereza de quedar con esa persona, el sentimiento de abatimiento después de verle y la eterna pregunta de “¿pero yo porqué me meto en estos rollos?” Hay personas que nos desgastan, nos consumen. Nos cuesta mucho priorizar cuando sentimos que tenemos un compromiso social o que “tenemos que cumplir”. Pero acuérdate de este lema:
Si no suma, al menos que no reste.
6.- Tómate tiempo para ti, reserva una cita en tu agenda solo para mimarte. Relacionado con lo anterior: priorízate alguna vez. Resérvate tiempo también a ti. Para hacer algo o no hacer nada. Y si piensas que a diario es imposible, empieza fijando un hueco semanal y haz que sea un compromiso contigo mismo/a, algo que no puedes posponer ni cancelar.
Priorízate de vez en cuando. Te sorprenderá lo bien que sienta.
7.- Involúcrate en charlas amenas… ¡en persona!
conocer_gente Ríe, comparte, habla, aprende… Hablar con los demás siempre te aportará algo. Descubrirás cosas sobre el mundo, sobre otras personas o sobre tí mismo/a. Participar en las conversaciones te obligará a estar despierto, a dar a tus opiniones el valor que merecen y a practicar una escucha activa.
Relacionarte con gente nueva te ayuda a conocerte.
8.- Abandona de una vez los intentos de ser multitarea. Cuando te enfocas en una sola cosa avanzas más. Cada vez estamos más orientados a hacer varias cosas a la vez. Las nuevas tecnologías están diseñadas para ello. Y sin embargo, ¿cuántas veces te has encontrado con 4 o 5 pestañas abiertas en tu ordenador? La atención es una. Cuando la dividimos pierde eficacia. Serás mucho más efectivo si dedicas unos segundos a ordenar mentalmente las cosas que tienes que hacer y las ejecutas de una en una.
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