Respuestas
Respuesta:
Durante el gobierno de Yrigoyen, se protegió los derechos de sindicalización y de huelga del movimiento obrero, comprometiendo al Estado en las disputas entre el capital y el trabajo, a fin de asegurar justicia a ambas partes. Las organizaciones gremiales, en consecuencia, experimentaron un significativo crecimiento. La FORA IX, escisión propia de la expresión sindicalista y apolítica que controló al movimiento obrero desde 1915 a 1922, pasó de 3.000 afiliados en 1915 a más de 70.000 en 1920[13].
En un sugestivo reconocimiento de los cambios producidos, la FORA IX apelaría a la figura presidencial como árbitro de las disputas entre obreros y patronal. El gobierno, por su parte, asumiría dicho compromiso, tal como es puesto de manifiesto por Horacio Oyhanarte en un discurso en la Cámara de Diputados:
«Ninguno de sus derechos será hollado, ninguna de sus legítimas aspiraciones será defraudada y esto lo ha comprendido y lo ha ratificado, de suyo propio, la clase trabajadora, nombrando por árbitro al presidente de la República».
Explicación: