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Respuesta:
espero te sirva gracias adios
Explicación:
En este oscuro y problemático cuento, Bradbury escribe una historia de prevención con respecto al avance de la tecnología y a la importancia de mantener la comunicación durante estos avances tecnológicos. La casa inteligente de los Hadley satisface todas sus necesidades y deseos. Aunque al principio esto representaba una gran ventaja para ellos, y era una de las principales razones por las que este hogar era deseable, ahora se ha convertido en un punto de estrés en vez de felicidad. Ambos padres luchan por encontrar satisfacción en su vida cotidiana porque la casa ha reemplazado sus roles tradicionales como madre y padre. En diferentes puntos de la historia, ambos padres contemplan volver a una casa "normal", aunque eso significaría trabajo y tareas adicionales para ellos todos los días.
Bradbury yuxtapone el avance de la tecnología con la disminución de la comunicación interpersonal. Los hijos de los Hadley, Wendy y Peter, son manipuladores y tercos. No logran tener una comunicación positiva con sus padres durante la historia. Muchas de sus interacciones terminan en una amenaza poco disimulada o en una sesión de llanto colocada estratégicamente para asegurarse lo que quieren. Si bien esto puede no ser un comportamiento poco común de los niños, los padres no pueden responder adecuadamente a sus hijos. Despojados de sus deberes de crianza, han olvidado cómo comunicarse con ellos. En cada interacción entre padres e hijos, los niños reciben lo que quieren. Estas interacciones negativas enfatizan la importancia de la comunicación dentro de las familias.
George y Lydia atribuyen su falta de capacidad para comunicarse con sus hijos a la automatización de la casa, pero esto revela la idea de que la crianza es más que solo proporcionarles a sus hijos todo lo que les gustaría. Los Hadley creían que esto resolvería sus problemas, pero solo ha causado más problemas. La casa que proporciona todo los ha vuelto innecesarios e inconvenientes. De alguna manera, los Hadley deben encontrar una manera de reafirmarse ante los ojos de sus hijos y brindarles una forma de apoyo que no sea posible recibir de la casa.
Mientras George y Lydia luchan para encontrar su identidad como padres, también lo hacen para hallar sus identidades personales. Lydia le confiesa a George que preferiría apagar la casa y volver a bañar a los niños, preparar la cena y lavar la ropa. La preocupación de Lydia por encontrar un propósito pone en evidencia una preocupación humana más amplia, que es la de encontrar importancia en sus tareas diarias, y la necesidad de pensar que uno está progresando y contribuyendo a la sociedad. Esta necesidad básica no cesa con el advenimiento de la automatización y la tecnología, según Bradbury.
Finalmente, la ciencia de la psicología juega un papel importante en la historia. Se revela que el propósito original del cuarto de jugar es estudiar las mentes de los niños, ya que lo que dejan en la pared les da una idea del funcionamiento interno de sus mentes. A pesar de que George y Lydia tienen la corazonada de que algo está mal con la sabana africana que nunca cambia, no es hasta que llega el psicólogo David McClean que saben con certeza que algo está muy mal. Este insiste en que la casa se cierre de inmediato y que los niños comiencen un tratamiento psicológico lo antes posible. Bradbury posiciona a la psicología como un posible tratamiento para el grave estado de los niños.