Respuestas
Respuesta:
Había una vez una familia que, aunque todos se querían
mucho y eran muy felices, últimamente parecía que todo
eran peleas y malhumor.
Una tarde, al llegar del cole, Ana se encontró en el suelo,
al lado de la puerta, un pequeño papel azul. Lo cogió sin
que nadie se diera cuenta. Le encantaban los tesoros y
misterios y pensó que ese papel tenía toda la pinta de ser
un secreto. Y en el papel ponía:
“Deberías hacerlo cuanto antes...Ya sabes que la familia es
lo más importante del mundo”
Y Ana no entendía nada. Y tampoco sabía a quien iba dirigida
esa pequeña carta. Pero la letra era preciosa y de color plata
y brillante.
Ana tenía siete años y era la mediana de tres hermanos.
Mientras hacía sus deberes miró otra vez aquel papelito azul.
¿Y si aquel mensaje en realidad estuviera dirigido a ella?
Desde luego había una cosa que ella sabía que tenía que
hacer y era pedir perdón a su hermano Nacho. Nacho era
el mayor y tenía 9 años. Se habían peleado, como siempre,
por una tontería. Y ella le había insultado con una palabra
muy fea. Así que fue al cuarto de su hermano y le pidió
perdón.
Y cuando su hermano le perdonó, se abrazaron y Ana se
sintió mucho mejor. Y se le ocurrió una cosa. ¿Por qué no
dejar el papelito por ahí tirado a ver si alguien lo veía y
también se animaba a hacer algo que tuvieran pendiente?
Así que la dejó en la mesa del cuarto de jugar. Cuando
64
CUENTO
GANADOR
Nacho pasó por allí, vio la notita, la leyó y fue enseguida a
buscar a su hermana Marta. Le dijo que sentía haberla
empujado esa mañana de camino al cole. Marta fue corriendo a darle un beso. ¡Había resultado el experimento! Ahora
Nacho y Marta también habían hecho las paces.
Ana volvió a dejar la cartita ahora en el cuarto de baño.
Entonces Marta entró a hacer pipí, vio la notita, la leyó, y fue
al cuarto de Ana a decirle que sentía haber mirado su diario
secreto sin permiso y que no lo volvería a hacer nunca más.
Se dieron un beso y también se quedaron muy contentas.
Entonces Ana dejó otra vez la cartita en la cocina. Su madre,
mientras preparaba la cena, la cogió, la leyó, y rápidamente
fue al salón donde estaba su padre sentado en el sofá
leyendo el periódico. Se inclinó hacia él, y le dijo algo al
oído que Ana no pudo oír, pero vio que los dos sonreían y
se daban un beso.
Al volver, su madre a la cocina, se le cayó el papelito al
suelo. El padre, al verlo se levantó, lo cogió y lo leyó y se
quedó pensativo. Entonces, se dirigió al cuarto de jugar y
viendo a sus tres hijos jugar juntos y riéndose, les dijo:
- ¡Qué gusto veros jugar otra vez juntos! Escuchadme un
momento, yo quería pediros disculpas porque estas dos
semanas pasadas he tenido mucho trabajo y sé que no os
he hecho mucho caso y además he estado de mal humor.
Me perdonáis ¿Verdad? Los tres hermanos se abalanzaron
sobre él y dándole muchos besos dijeron: - ¡Claro que sí,
papi, no te preocupes!
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CUENTO
GANADOR
Nacho pasó por allí, vio la notita, la leyó y fue enseguida a
buscar a su hermana Marta. Le dijo que sentía haberla
empujado esa mañana de camino al cole. Marta fue corriendo a darle un beso. ¡Había resultado el experimento! Ahora
Nacho y Marta también habían hecho las paces.
Ana volvió a dejar la cartita ahora en el cuarto de baño.
Entonces Marta entró a hacer pipí, vio la notita, la leyó, y fue
al cuarto de Ana a decirle que sentía haber mirado su diario
secreto sin permiso y que no lo volvería a hacer nunca más.
Se dieron un beso y también se quedaron muy contentas.
Entonces Ana dejó otra vez la cartita en la cocina. Su madre,
mientras preparaba la cena, la cogió, la leyó, y rápidamente
fue al salón donde estaba su padre sentado en el sofá
leyendo el periódico. Se inclinó hacia él, y le dijo algo al
oído que Ana no pudo oír, pero vio que los dos sonreían y
se daban un beso.
Al volver, su madre a la cocina, se le cayó el papelito al
suelo. El padre, al verlo se levantó, lo cogió y lo leyó y se
quedó pensativo. Entonces, se dirigió al cuarto de jugar y
viendo a sus tres hijos jugar juntos y riéndose, les dijo:
- ¡Qué gusto veros jugar otra vez juntos! Escuchadme un
momento, yo quería pediros disculpas porque estas dos
semanas pasadas he tenido mucho trabajo y sé que no os
he hecho mucho caso y además he estado de mal humor.
Me perdonáis ¿Verdad? Los tres hermanos se abalanzaron
sobre él y dándole muchos besos dijeron: - ¡Claro que sí,
papi, no te preocupes!
Espero que te ayude
Respuesta:
y que hacemos con las palabras
Explicación: