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Respuesta:
espero y te ayude
Explicación:
El pueblo Tikuna1, se ubica al sur de la Amazonia se extienden desde la desembocadura del
río Atacuari entre Colombia y Perú hasta el río Jutaí en el Brasil. En Colombia constituyen uno de
los pueblos más numerosos de la Cuenca Amazónica, ocupan todo el trapecio Amazónico, en el
corregimiento de Tarapacá. Se asientan en el río Cotuhé, caño Ventura, Santa Lucía, Buenos Aires
y en la zona de influencia de Leticia. Sus resguardos son los de San Antonio de los Lagos, San
Sebastián, El Vergel, Macedonia, Mocagua y Cothué-Putumayo, en el Departamento del
Amazonas.
El territorio ancestral de los Ticunas era antiguamente la ´Tierra firme´ en el nacimiento de
los ríos, pues los omaguas sus enemigos tradicionales, habitaban las márgenes y las islas del
Amazonas. Los Ticunas habitaban entonces los pequeños afluentes de la orilla izquierda del
Amazonas y los cursos medios de algunos ríos que desembocan en el Putumayo. Los omaguas al
ser diezmados por la colonización europea y por las epidemias, permitieron a los ticunas el
asentamiento sobre el Amazonas; con este cambio de hábitat debieron aprender artes que les eran
prácticamente desconocidas, como la fabricación de canoas para navegar en el gran rio y la pesca
en él, abandonando algo de sus tradiciones de cazadores. Al oriente de los ticunas vivían los aruaks
hoy desaparecidos. Al occidente se encuentran los yahuas o yaguas colombianos y peruanos, los
cocamas quienes en su mayoría habitan en el Perú y algunos Uitotos que se han establecido
recientemente como consecuencia de las migraciones producidas por la explotación del caucho; los
pebas, hoy extintos, también se encontraban hacia el occidente.
Los ticunas abandonaron la vida de maloca y comenzaron a tomar el patrón de
asentamiento actual a raíz de la dispersión y redistribución de la población ocasionada por las
sucesivas industrias de explotación de los recursos amazónicos y de la mano de obra indígena: la
quina, las fieles, la madera y, sobre todo, el caucho. Movimientos misioneros, intereses de
centralización política y control de la población y el movimiento mesiánico de la Santa Cruz, han
acelerado enormemente este pro