justifica la función de las glándulas tiroideas en el metabolismo de los lípidos y en las emociones
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La hormona tiroidea actúa básicamente sobre todas las células y tejidos y los trastornos de la función tiroidea constituyen una de las enfermedades endocrinas más frecuentes. La hormona tiroidea tiene muchas acciones directas, pero también actúa de forma más sutil para optimizar las acciones de varios neurotransmisores y hormonas. A través de la última edición de un título -muy- clave en la carrera de Medicina, Berne y Levy. Fisiología, repasamos los 9 efectos fisiológicos de la hormona tiroidea.
1/ Efectos cardiovasculares
Las acciones clínicamente más importantes de la hormona tiroidea son las que afectan a la fisiología cardiovascular. La T3 aumenta el gasto cardíaco, lo que asegura una llegada suficiente de oxígeno a los tejidos. Aumenta la frecuencia cardíaca en reposo y el volumen sistólico. La velocidad y la potencia de las contracciones miocárdicas también aumentan (efectos cronotrópico e inotrópico positivos, respectivamente) y se acorta el tiempo de la relajación diastólica (efecto lusitrópico positivo). La presión arterial sistólica aumenta ligeramente y la diastólica disminuye. El consiguiente aumento de la presión diferencial refleja los efectos combinados del aumento del volumen sistólico y la reducción de las resistencias vasculares sistémicas, por la dilatación de los vasos sanguíneos cutáneos, musculares y cardíacos. Estos efectos se deben, en parte, al aumento de la producción tisular de calor y CO2 que induce la hormona tiroidea. Además, la hormona tiroidea reduce la resistencia sistémica al dilatar las arteriolas de la circulación periférica. El volumen total de sangre aumenta por la activación del eje renina-angiotensina-aldosterona y el consiguiente aumento de la reabsorción de sodio a nivel tubular renal. L os efectos inotrópicos cardíacos de la T3 son directos e indirectos. Los indirectos se deben principalmente al aumento de la sensibilidad a las catecolaminas. Los efectos inotrópicos directos suponen la regulación de múltiples proteínas que incrementan la contractilidad, incluyendo un aumento de la expresión de la cadena pesada de la α-miosina y la inhibición del intercambiador de Na+-Ca2+. La ATPasa de Ca2+ del retículo sarcoplásmico (SERCA) aumenta por la acción de la T3 y hay disminución del fosfolambano. En consecuencia, aumenta el secuestro de calcio durante la diástole y se acorta el tiempo de la relajación. El aumento de los canales de Ca2+ de rianodina del retículo sarcoplásmico induce la liberación de calcio desde el retículo sarcoplásmico durante la sístole.
2/ Efectos sobre la tasa metabólica basal y la termogénesis
El aumento del consumo de oxígeno depende del aumento del aporte de sustratos para la oxidación. La T3 aumenta la absorción de la glucosa en el tubo digestivo y también el recambio de la glucosa (captación, oxidación y síntesis de glucosa). En el tejido adiposo la hormona tiroidea induce las enzimas para la síntesis de ácidos grasos, como acetil CoA carboxilasa y ácido graso sintasa, y fomenta la lipólisis mediante el aumento del número de receptores β-adrenérgicos. La hormona tiroidea también fomenta la eliminación de los quilomicrones. Por tanto, aumenta el recambio de los lípidos (se liberan ácidos grasos libres desde el tejido adiposo y se oxidan). También se produce un incremento del recambio de las proteínas (liberación de aminoácidos desde el músculo, degradación de las proteínas y, en menor medida, síntesis de proteínas y formación de urea). La T3 potencia los respectivos efectos estimuladores de la adrenalina, la noradrenalina, el glucagón, el cortisol y la hormona del crecimiento sobre la gluconeogénesis, la lipólisis, la cetogénesis y la proteólisis del depósito lábil de proteínas. Se ha señalado que el efecto metabólico global de la hormona tiroidea es la aceleración de la respuesta fisiológica al ayuno. Además, la hormona tiroidea estimula la síntesis de ácidos biliares a partir del colesterol y favorece la secreción biliar. El efecto neto es una reducción de las concentraciones plasmáticas y las reservas corporales de colesterol total y unido a las lipoproteínas de baja densidad. La eliminación metabólica de las hormonas esteroideas suprarrenales y gonadales, de algunas vitaminas del grupo B y de algunos fármacos administrados también aumenta por la acción de la hormona tiroidea.