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En los últimos años hemos visto movimientos migratorios de gran magnitud. El Banco Mundial lo estima en 250 millones de migrantes internacionales al 2015. Si bien los movimientos de personas entre países suelen tener impactos muy positivos, también es claro que se dan algunas consecuencias que pueden molestar a la población del país receptor. De ahí que este haya sido un tema relevante en elecciones claves del 2016, como el brexit y la presidencia de Estados Unidos.
El desplazamiento de gente entre países puede poner mucha presión sobre el financiamiento de sistemas de salud, educación y asistencia social del país receptor, especialmente cuando suceden de forma masiva. No es raro, además, que entre los migrantes venga alguna “manzana podrida”, que genere problemas de seguridad. Si además los migrantes muchas veces se aíslan sin integrarse a la cultura del país que los recibe, se puede generar una gran desconfianza hacia los nuevos vecinos. Los atentados terroristas de los últimos años han aumentado el prejuicio hacia los migrantes islámicos, complicando aún más el asunto.
Viniendo de una familia migrante, yo tiendo a ver lo positivo de las migraciones. Mi papá, por un lado, y mi mamá, con sus padres por otro, llegaron a Costa Rica en busca de mejores condiciones de vida. Su España natal atravesaba una grave crisis económica, luego de una cruenta guerra civil y de la Segunda Guerra Mundial que azotó Europa. Las oportunidades de trabajo eran muy escasas.
Al llegar a Costa Rica, como todo migrante, mis padres y abuelos tuvieron que trabajar muy duro. Gracias a su tenacidad, empeño y emprendedurismo lograron salir adelante. Ayudó mucho que fueron muy bien recibidos por los habitantes de este maravilloso país. Hoy, más de sesenta años después, mis padres son dos ticos más, aunque con algo de acento español que les queda por ahí.
La mayoría de los migrantes contribuyen más de lo que agregan de carga. Por su naturaleza, los que migran suelen ser atrevidos, trabajadores e innovadores. El intercambio de conocimiento, ideas y técnicas ayuda a mejorar al país receptor. De ahí que el mundo tiende a ser mejor gracias a las migraciones, comparado con si cada uno se quedara aislado en su terruño.
La reacción xenofóbica/populista/simplista de algunos ayuda poco a resolver un problema tan complejo como las migraciones. No solo por solidaridad, sino también por conveniencia económica, se debe buscar controlar los impactos negativos y aprovechar a la vez los impactos positivos de la migración.
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