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Respuesta:La T4, que es la principal hormona producida por la glándula tiroidea, solo tiene un efecto ligero, si es que lo tiene, en la aceleración del índice metabólico del organismo. En cambio, la T4 se convierte en T3, la forma hormonal más activa. La conversión de la T4 en T3 se produce en el hígado y en otros tejidos. Son muchos los factores que controlan la conversión de la T4 en T3, incluidas las necesidades del organismo en cada momento y la presencia o la ausencia de enfermedades.
La mayor cantidad de T4 y de T3 presentes en el torrente sanguíneo se desplazan unidas a una proteína denominada globulina transportadora de tiroxina. Solo una pequeña parte de T4 y de T3 circulan libremente en la sangre. No obstante, esta parte libre es la activa. Cuando el organismo utiliza la hormona libre, algunas de las hormonas ligadas se desprenden de la proteína de unión.
Para producir hormonas tiroideas se precisa yodo, un elemento que se encuentra en los alimentos y en el agua. La glándula tiroidea recoge el yodo y lo procesa para transformarlo en hormonas tiroideas. A medida que las hormonas tiroideas cumplen su función, parte del yodo contenido en estas hormonas se libera, vuelve a la glándula tiroidea y se recicla para producir más hormonas. Curiosamente, la glándula tiroidea libera una cantidad ligeramente menor de hormonas tiroideas si se expone a concentraciones altas de yodo en la sangre que recibe.
La glándula tiroidea también produce la hormona calcitonina, que contribuye al fortalecimiento óseo al facilitar la incorporación de calcio en los huesos.
Cómo ajusta el organismo las hormonas tiroideas
El organismo se sirve de un mecanismo complejo para regular la concentración de las hormonas tiroideas. En primer lugar, el hipotálamo, ubicado en el cerebro justo encima de la hipófisis (glándula pituitaria), segrega la hormona liberadora de tirotropina (tiroliberina), que incita a la hipófisis para que produzca la hormona estimulante del tiroides (TSH o tirotropina). A su vez, tal como su nombre indica, la TSH estimula a la glándula tiroidea para que produzca hormonas tiroideas. La hipófisis retarda o acelera la liberación de TSH, dependiendo de si aumentan o disminuyen las concentraciones de hormonas tiroideas que circulan en la sangre.
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