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Respuesta:Existen varios factores que explican la degradación actual de los ecosistemas.
Algunos son indirectos y constituyen las causas de los grandes retos ambientales que tenemos. Aquí aparecen los hábitos de producción y consumo, la población global, las políticas de gobierno y otros asuntos que tienen que ver con el comportamiento humano.
Hablamos de dinámicas y decisiones que, según el último informe de la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos -Ipbes-, por sus siglas en inglés-, están influyendo en los motores directos de cambio e impulsando a su vez una "pérdida de la naturaleza sin precedentes".
Los hallazgos del reporte señalan que una de cada seis especies naturales están en peligro de extinción, el 75% de los ecosistemas terrestres se han degradado por la acción humana y el 97% de los océanos están contaminados o alterados. En otras palabras, la vida como la conocemos está en riesgo.
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Además, los autores de esta evaluación concluyen que los impactos negativos generados por los factores que afectan el medio ambiente seguirán aumentando, a menos que la humanidad implemente un "cambio transformador para restaurar y conservar la naturaleza".
A continuación explicamos los cinco factores que destaca el informe como los principales motores de cambio de la naturaleza:
1. Cambios en el uso del suelo
La presión más grande que ejercemos los humanos sobre la naturaleza proviene de este factor, vinculado a actividades como la ganadería y la minería -que, a su vez, son causas directas de la deforestación-.
Este factor está estrechamente relacionado tanto con la actividad económica de las regiones como con los demás motores de cambio de la naturaleza, para los cuales puede convertirse en una causa o integrarse y generar un impacto aún peor sobre la biodiversidad y los ecosistemas.
2. Cambio climático
El incremento de las emisiones de CO2 y su concentración en la atmósfera generan no solo los cambios de temperatura que venimos experimentando, sino que afectan el funcionamiento de los ecosistemas y provocan la migración de miles de especies.
Según el informe, "se espera que el aumento de las temperaturas y la acidificación de los océanos tengan efectos profundos sobre los ecosistemas marinos", amenazando en particular hábitats como los arrecifes de coral o los pastos marinos y a las especies que dependen directamente de ellos.
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3. Contaminación
Se trata de uno de los factores que afecta todos los ecosistemas existentes, aunque el reporte hace énfasis en sus "devastadores efectos directos sobre los hábitats marinos y de agua dulce", que han llevado a que solo un 3% de los océanos se conserven intactos.
Por su parte, la contaminación incide en la degradación de los ecosistemas terrestres por la acumulación de nitrógeno en ellos, producto del uso de combustibles fósiles y fertilizantes que "impiden la descomposición, retardan el crecimiento microbiano y ponen en riesgo la biodiversidad".
4. Explotación de recursos naturales
Las acciones humanas provenientes de un modelo económico extractivista y una concepción antropocéntrica del mundo han afectado no solo el estado natural de los ecosistemas, sino las poblaciones de las especies que los habitan.
Por eso, la aceleración en la pérdida de biodiversidad revelada por el reporte apunta a un consumo desmedido de "peces marinos, invertebrados, árboles, vertebrados tropicales cazados para la carne de caza y especies recolectadas para el comercio de medicamentos y mascotas".
5. Especies invasoras
El "equilibrio perfecto" que atribuimos a la naturaleza puede alterarse con la introducción de especies que no pertenecen originalmente a un ecosistema y que pueden competir con las especies nativas y endémicas del hábitat por los recursos naturales.
Los resultados del informe indican la existencia de "especies o malezas invasoras y exóticas en varias partes del mundo", constituyendo una amenaza para la biodiversidad de esos hábitats y para la actividad económica de numerosas comunidades locales, cuyo sustento depende de su aprovechamiento.
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