• Asignatura: Castellano
  • Autor: saray535
  • hace 6 años

realizar un cómic con mínimo 10 viñetas donde relacione los medos de comunicación encontrados en el "gato con cartas " y los medios de comunicación actuales. plis ayuda El gato con cartas Texto: María Luisa Valdivia Dounce Ilustración: Natalia Gurovich Eran las seis de la mañana... El Gato con Botas se puso su mejor traje y se peinó; tomó su alforja, guardó en su chaleco la carta que había escrito durante la noche y salió a entregarla. Pero cuando abrió la puerta... Junto a las botellas de leche encontró una postal que no era para él. Como vio que la podía entregar, pues le quedaba de paso, el Gato con Botas, con su carta en el chaleco y su alforja aún vacía, tomó la postal y empezó a caminar. Caperucita Roja estaba desayunando. Cuando vio llegar al Gato con Botas, dio el último bocado a su bolillo con na- tas y salió sonriendo a recibirlo. Entonces, con un maullido gustoso, el Gato con Botas le dijo: Junto a las botellas de leche encontré esta postal que es para ti.Caperucita Roja estaba muy contenta. Le contaba al Gato con Botas las aventuras de su abuelita cuando, de repente, se acordó de que en su buzón había encontrado una carta que no era para ella. Entonces, con la mejor de sus sonrisas, Caperucita Roja le preguntó al Gato con Botas si él podría ir a dejar la carta. El Gato con Botas vio la carta y, como le quedaba de paso, aceptó llevarla. —¿Cómo puedo agradecerte el favor? —le preguntó Cape- rucita Roja. —Dame diez panecillos para comer en el camino. Y así, el Gato con Botas, con su carta en el chaleco, metió los diez panecillos en su alforja, tomó la carta y siguió su camino. 23 24El Príncipe Azul estaba leyendo en el jardín. Cuando vio llegar al Gato con Botas, cerró su periódico, se quitó los ante- ojos y esperó a que el felino se acercara. Entonces, con un maullido solemne, el Gato con Botas le dijo: Caperucita Roja encontró en su buzón esta carta que es para ti. El Príncipe Azul estaba conmovido. Le comentaba al Gato con Botas que era la primera niña que le escribía y que le gustaría mucho conocerla y platicar con ella... cuando, de repente, se acordó de que en su corres- pondencia había encontrado un telegrama que no era para él. Entonces, en tono ceremonioso, el Príncipe Azul le pre- guntó al Gato con Botas si él podría ir a dejar el telegrama. El Gato con Botas vio el telegrama y, como le quedaba de paso, aceptó llevarlo. —¿Cómo puedo agradecerte el favor? —le preguntó el Príncipe Azul. —Dame tu espada para defenderme en el camino. Y así, el Gato con Botas, con su carta en el chaleco y con los diez panecillos en su al forja, se ciñó la espada reluciente, tomó el telegrama y siguió su camino. Blanca Nieves estaba escribiendo tranquilamente. Cuando vio llegar al Gato con Botas, con toda calma guardó papel y pluma y salió a recibirlo. Entonces, con un maullido pausado, el Gato con Botas le dijo: El Príncipe Azul encontró en su correspondencia este telegrama que es para ti. 25


saray535: Y así, el Gato con Botas, con su carta en el chaleco, con los diez panecillos en su alforja y con la espada reluciente, se puso la capa de seda, tomó el sobre y siguió su camino. 
saray535: El Ogro estaba cocinando un extraño puchero. Cuando vio llegar al Gato con Botas, aventó cucharón y mandil y lo sa- ludó gruñendo. 
Entonces, con un maullido ronco, el Gato con Botas le dijo: 
Blanca Nieves encontró en su reja este sobre que es para ti. 
saray535: El Ogro estaba muerto de risa. Le aseguraba al Gato con Botas que si él desapareciera de los cuentos, los pobres héroes dejarían de serlo, pues ya no corre- rían ningún peligro ni aventura, cuando, de repente, el Gato con Botas lo interrumpió:—Otro día hablaremos de eso. Aho- ra tengo que irme, pues quiero entregar la carta que escribí. 
saray535: El Ogro vio la carta y, como conocía al destinatario, le preguntó al Gato con Botas:—¿Cómo quieres que corresponda el favor que me has hecho? 
—Dame un buen consejo. —Al lugar donde vas, sólo podrás entrar cuando hayan dado las seis de la tarde; entonces verás la ventana, que na- die jamás ha visto, en lo más alto de la torre más alta.
saray535: Si eres astuto y ágil como pareces, la ventana se abrirá y podrás entrar. Ése es mi consejo. Y esta pizca de pimienta, que tú sabrás cuándo utilizar, es un regalito que quiero darte. 
Y así, el Gato con Botas, con su car- ta en el chaleco, con los diez panecillos en su alforja, con la espada reluciente y con la capa de seda, metió la pizca de pimienta en la otra bolsa de su alforja y siguió su camino.
saray535: Eran las seis de la tarde... El Gato con Botas había llegado al castillo. De un gran brinco subió a la torre mas alta, la ventana se abrió y él en- tró. Sacó los panecillos de su alforja y con ellos hizo diez mil migajas que fue tirando para no perderse mientras cruzaba puertas, pasillos, salones y... de repente, cuando tiró la úl- tima migaja
saray535: oyó que alguien roncaba. 
En ese momento, el Gato con Botas supo qué hacer: sacó la pimienta de la otra bolsa de su alforja, le sopló fuerte y esperó. La Bella Durmiente estornudó y estornudó, y ¡por fin se despertó! Cuando vio al Gato con Botas tan Gato con su chaleco,
saray535: tan distinguido con la espada reluciente y tan simpático con la capa de seda, la Bella (que ya no era durmiente) sus piró, sonrió y... 
Entonces, con un maullido suavecito, el Gato con Botas le ronroneó al oído: 
Junto a mi corazón encontré lo que en esta carta escribí para ti. Dicen por ahí que desde entonces, el Gato con Botas y la Bella Despierta siempre andan juntos
saray535: Unos opinan que ella le untó manteca en los bigotes; otros creen que él la tiene encantada contán- dole todas las hazañas de sus seis vidas. 
Si es verdad o es un cuento, quizá nadie ha de saber. Lo único que es cierto es cuanto acabas de leer. Una carta es un misterio, ¿quién lo habrá de resolver? Piensa tú, que estás despierto, lo que puede contener. 
saray535: ese era el cuento dle gato con cartas plis ayuda

Respuestas

Respuesta dada por: josemilena385
2

Respuesta: oye amiga intenta buscar en el Internet

Explicación:

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