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La microbiota en general tiene una amplia lista de actividades en el cuerpo humano, como la señalización neurológica, la modificación de la densidad ósea, la maduración del sistema inmune, la inhibición de patógenos, la síntesis de vitaminas (K, B12 y folato), el metabolismo de las sales, biliares y la modulación de algunos fármacos.
Tanto así que se le considera un órgano con un nivel de actividad productora y depuradora son comparables con el hígado, de hecho existen mecanismos que hacen como la reducción, hidrolisis, desnutrición, descabroxilación, desconjuntación, etc…
En cambio en la piel es otra cosa, la microbiota estimula y regula al sistema inmune para prepáralo de cualquier enemigo inminente.
Las bacterias además de ayudar al cuerpo como un órgano, nos sirve como un segundo sistema inmune, tanto así que según dos estudio publicado en la revista Science, afirman que estas bacterias nos pueden ayudar en la lucha contra el cáncer, ambas investigación también afirman que las microbiotas intestinales nos pueden ayudar contra los tumores.
El investigador Bertrand Routy y su equipo, del centro francés de investigación Gustave Roussy, exploraron la influencia de los antibióticos en lo s pacientes con cáncer de pulmón o riñón, sometidos a una inmunoterapia que activa el sistema inmunitario para atacar a los tumores.
Tras el análisis de los microbiotas intestinales, los autores observaron que la abundancia de Akkermansia muciniphila se asociaba con el mejor resultado clínico. La especie fue detectada en el 69% de los pacientes que presentaron una respuesta parcial y el 58% de aquellos que mantuvieron la enfermedad estable con el tratamiento, Sin embargo, solo un 34% de los pacientes no respondieron a la terapia.