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Respuesta:
El conjunto de factores discriminatorios que hacían tomar distancia de la mujer enferma, tanto a nivel de la representación simbólica ( mujer enferma " castigada") como el trato social religioso, no constituyen un impedimento alguno para que Jesús establezca una relación diferente con ella. Esta relación abarca valores que hacen al carácter integral y liberador: ver una persona y comprender claramente su situación, trasmitirle seguridad, tocarla, curarla salir en su defensa, honrarla con el titulo " Hija de Abrahan "
Una vez curada la afectada, comienza en un nuevo programa de lucha, que consiste en la defensa de la dignidad humana, el establecimiento de su valor en la fe y religiosidad y la referencia a su condición de hija de Dios, merecedora de la liberación de su enfermedad.
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