Respuestas
Respuesta:
El zorro y el armiño
Un zorro comía plácidamente cuando un elegante armiño pasó junto a él.
— ¿Te apetece un poco de mi comida? —preguntó el zorro.
— No, gracias —respondió el armiño con tono airoso—, yo ya comí.
—¡Ja, ja, ja! —rio el zorro—. Ustedes los armiños son los animales más engreídos del mundo. Prefieren dejar de comer antes que mancharse el pelaje.
En aquel momento llegaron unos cazadores. El zorro, como un rayo, se refugió bajo tierra, y el armiño, no menos rápido que el zorro, corrió hacia su madriguera.
Pero había llovido y la madriguera estaba inundada; el armiño, para no mancharse con el fango, titubeó y se detuvo. Los cazadores lo atraparon al instante.
Explicación:
Respuesta:
El zorro y el armiño
Un zorro comía plácidamente cuando un elegante armiño pasó junto a él.
— ¿Te apetece un poco de mi comida? —preguntó el zorro.
— No, gracias —respondió el armiño con tono airoso—, yo ya comí.
—¡Ja, ja, ja! —rio el zorro—. Ustedes los armiños son los animales más engreídos del mundo. Prefieren dejar de comer antes que mancharse el pelaje.
En aquel momento llegaron unos cazadores. El zorro, como un rayo, se refugió bajo tierra, y el armiño, no menos rápido que el zorro, corrió hacia su madriguera.
Pero había llovido y la madriguera estaba inundada; el armiño, para no mancharse con el fango, titubeó y se detuvo. Los cazadores lo atraparon al instante.
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