• Asignatura: Historia
  • Autor: KeilaRivas
  • hace 6 años

Alguien me dice cuantos parrafos hay aca por favor.

Cuentan los que saben que las hormigas son seres muy serios y disciplinados; las pobres van y vienen, silenciosas y amargas, ocupadas solamente de sus trabajos. Sin embargo, cada tanto aparece, inexplicablemente, un ejemplar distinto, revoltoso, creativo, que las saca de la rutina y las divierte, como ocurrió hace dos años en un hormiguero, situado en un jardín de una casa del barrio de Saavedra. Allí nació Dominga, hormiga estrafalaria si las hay, que por indescifrables razones genéticas no era negra ni colorada, como se supone que deben ser las hormigas. ¡Su cuerpo era amarillo! Aunque lo más extraño no era su color sino las dos alas que le salían a la altura de la cabeza y que, al moverse, le llenaban de luz las patas y las mandíbulas. Y, como si estos detalles fueran pocos, a medida que fue creciendo, se convirtió en una barullera criticona y desobediente. Si recibía la orden de ir hacia un malvón que estaba al norte de un hormiguero, ella de inmediato decía que el camino era largo, que los malvones le daban náuseas, que ella prefería ir hasta ahí no más, donde crecían, entre ladrillos pulverizados, vidrios rotos y llaves oxidadas, unos pastos raquíticos pero de un gusto sublime. Si Dominga hubiera vivido en una comunidad de abejas, probablemente la habrían echado, porque se sabe que las abejas son quisquillosas. Las hormigas, en cambio, tienen un corazón tierno, especialmente las de este cuento que sentían simpatía por Dominga y le estaban muy agradecidas porque las hacía reír con sus disparates. Una vez, en un día de invierno en que llovía muy fuerte, a Dominga le dio uno de sus ataques de individualismo y decidió escaparse del agujero en que vivía, después de discutir y patalear. Partió enojada, voló hasta una plaza y allí se posó en un tobogán. Estaba cansada de que sus compañeras le llevaran la contra en todo. ¡No la entendían! ¡Pobre Dominga! En medio de la lluvia se puso a llorar y a hablar en voz alta: -¿Vale la pena quedarme al lado de esas tontas uniformadas? ¿No sería mejor tratar de vivir en otro lugar y ganarme la vida de otra manera? ¿Y si aprovecho mis alitas y me dedico a pasear a las hormigas bebés, envueltas en sábanas vegetales? Mientras hablaba se fue entusiasmando a tal punto que no se dio cuenta de que alguien la había estado escuchando. Era la araña Susana, famosa en el barrio por las locuras que hacía a menudo; con mucho respeto se acercó a Dominga y la invitó a pasar a su tela para discutir y perfeccionar el proyecto. ¿Por qué no extender el servicio de los paseos a otros bichos bebés del barrio? Dominga y Susana se entendieron rápidamente y decidieron asociarse. Y desde aquél día se las ve andar juntas, llevando de paseo por la tierra, por el agua o por el aire a los bichos más chiquitos del vecindario.


KeilaRivas: Ya la se,respondan cualquier cosa,asi obtienen puntos extras

Respuestas

Respuesta dada por: roxie59
0

Respuesta:hay bro esta todo junto así no te puedo ayudar

Explicación:alguien de mejor respuesta aquí xfa :-)

Respuesta dada por: chenierjoseojedagome
0

Respuesta:

no me se la respuesta

Explicación:


KeilaRivas: Wow,enserio?
KeilaRivas: Vas a escribir eso en cada pregunta que hice?Tan bebe vas a ser?
chenierjoseojedagome: idio ta
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