Respuestas
Respuesta:
Dormir como mínimo 8 horas al día. ...
Mantenerse alejado del estrés. ...
Practicar deporte con regularidad. ...
Una alimentación sana y equilibrada. ...
Evitar los cambios bruscos de temperatura. ...
No consumir alimentos en mal estado o que nos perjudiquen. ...
Mantener una buena higiene.
Explicación:
El sistema inmunitario se encarga de proteger y defender nuestro cuerpo. Para que el sistema inmunitario pueda cumplir con su cometido es importante cuidarlo correctamente.¿Cómo? Llevando a cabo ciertos hábitos que nos ayuden a cuidar de nuestras defensas.
Consejos para mantener sano tu sistema inmunitario
Dormir como mínimo 8 horas al día
Además de un placer, dormir es una necesidad. La falta de descanso puede afectar a nuestra salud de diversas maneras. Cuando no logramos conciliar el sueño o dormimos menos de lo que necesitamos nos despertamos al día siguiente con menos reflejos, una capacidad de concentración más baja y, por supuesto, mucho más cansados de lo normal. Otra de las consecuencias de la falta de sueño es la pérdida de apetito, algo que nos perjudica puesto que las principales vitaminas y nutrientes que nuestro sistema inmunitario necesita se encuentran en los alimentos. Un buen descanso es la clave para mantener el equilibrio tanto mental como físico.
Mantenerse alejado del estrés
Para el sistema inmunitario, tan importante es dormir como mantener un ritmo de vida tranquilo. El estrés hace que nuestro cuerpo se ponga en situación de alarma y se dispare el nerviosismo. Aunque no siempre sea fácil debemos intentar tomarnos las cosas con calma y centrarnos en los aspectos positivos que nos rodean. De esta manera conseguiremos otorgar a nuestro sistema inmunitario el descanso que necesita para llevar a cabo su función.
Practicar deporte con regularidad
Realizar ejercicio de manera moderada puede ayudar a reforzar nuestro sistema inmunitario. Gracias a la actividad física podemos fortalecer nuestros músculos, mantener unos buenos niveles de colesterol y conciliar el sueño por la noche de manera más rápida. Además, al practicar deporte nuestro cerebro segrega endorfinas, comúnmente conocidas como las hormonas de la felicidad, las cuales nos transmiten una sensación de bienestar única. Lo ideal es que el ejercicio que practiquemos sea moderado.
Una alimentación sana y equilibrada
¿Sabes que existen nutrientes y vitaminas para mantener el sistema inmunológico en buen estado? Entre ellos se encuentra el cobre, el ácido fólico, el hierro, el zinc o las vitaminas del grupo B, C y D. Por eso es importante incluir en nuestro menú diario alimentos ricos en estos nutrientes: pescado azul, verduras de hojas verdes, como las espinacas o las acelgas, legumbres, carnes rojas, marisco, frutos secos como las nueces o frutas como la naranja, el kiwi, las fresas o el melón, que contienen gran cantidad de vitaminas.
Evitar los cambios bruscos de temperatura
Especialmente durante los meses de calor. El aire acondicionado de la oficina, los restaurantes o el transporte público suele chocar bastante con el calor que existe en la calle. Si pasamos de un extremo de temperatura a otro en un intervalo corto de tiempo estamos obligando a nuestro sistema inmunitario a hacer una rápida adaptación para poder estabilizar nuestro cuerpo. Estos cambios bruscos suelen ser los causantes de algunos catarros que sufrimos durante la época estival, por eso es importante evitarlos.
No consumir alimentos en mal estado o que nos perjudiquen
Parece algo obvio pero, ¿cuántas veces hemos pensado que no pasaría nada por comer un producto aunque se haya pasado unos días de fecha? Debemos respetar la caducidad de los alimentos para evitar así contraer alguna intoxicación alimentaria, como la salmonelosis o la listeria, producida por comer alimentos en mal estado. Así mismo, hay que tener especial cuidado si padecemos alergias o intolerancias. ¡Cuánto más trabajo le ahorremos a nuestro sistema inmunitario, mejor!
Mantener una buena higiene
Es algo esencial para mantener alejados a los microbios y a las baterías de nuestro cuerpo. Gestos tan simples como lavarse las manos después de ir al lavabo pueden evitar que agentes externos entren en contacto con nuestro organismo.
Evitar la polución
La contaminación atmosférica dificulta el trabajo del sistema inmunitario y puede perjudicar nuestra salud causando ciertas patologías, como el asma o la alergia. Aunque es difícil evitar la polución, especialmente si vivimos en una ciudad, es recomendable mantenernos alejados de ella en la medida de lo posible.
Desprendernos de hábitos nocivos como el alcohol o el tabaco
Los dos afectan a nuestro sistema respiratorio, al digestivo y al respiratorio, causándoles dificultades para realizar una función correcta.
Respuesta:
Dormir como mínimo 8 horas al día.
Mantenerse alejado del estrés.
Practicar deporte con regularidad.
Una alimentación sana y equilibrada.
Evitar los cambios bruscos de temperatura.
No consumir alimentos en mal estado o que nos perjudiquen.
Mantener una buena higiene.
Evitar la polución.
Desprendernos de hábitos nocivos como el alcohol o el tabaco
Las vitaminas B6, B9 y B12 contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
Explicación: