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Respuesta:
En aquel tiempo, dijo Jesús: "Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas".
Juan 10:11-15
¿Creo en Jesús? ¿Creo que me quiere tanto que dará su vida por mí? Me dice que es el Buen Pastor y que jamás dejará que experimente un verdadero daño.
Estoy invitado/a a confiar en Jesús en todos los eventos de mi vida. Pienso en las áreas de mi vida donde se me hace difícil confiar en Dios. Hablo con Jesús sobre esas cosas, y escucho lo que él me dice a mí.
Jesús se presenta a sí mismo como el buen pastor que conoce a sus ovejas, las cuida y deja su vida por ellas. Se compara a los mercenarios (Fariseos). Enfatiza que ofrece su propia vida, Él mismo. Nadie le quita la vida. La señal de este poder será su poder para levantarse con vida luego de haber estado muerto.
Este tema atraviesa la narrativa de la pasión en el Evangelio de Juan, y es una señal de su divinidad. En un pasaje que no es Leccionario, vemos que la multitud se dividió una vez más en respuesta a estas palabras. Vale la pena reflexionar en tu propia reacción como miembro de la multitud
La muerte de Jesús no fue no solo una consecuencia de haber estado en el lugar equivocado en el momento equivocado, un nefasto resultado de su confrontación con los fariseos. Más bien, fue el resultado de la libre elección de Jesús de ser una luz en el mundo, un exponente de la verdad, una personificación del amor y la misericordia incondicional de Dios.
La luz que era Jesús, era insoportable para los fariseos que, a través de los siglos, prepararon las 620 leyes basadas en los diez mandamientos, y todo lo que había que hacer para salvarse era cumplirlas. Esto degeneró en que no se necesitaba un Dios para salvarse. Para Jesús, el cumplimiento de la ley era una consecuencia de ser amados/as por Dios antes que la causa de ser amados/as por Dios.
¿Experimentas el amor de Dios como un puro regalo, o crees que tienes que ganártelo?
El día domingo nos recuerda que no nos acercamos solas/os a Dios: nuestro culto nos lleva a la comunidad y nos identifica como ovejas del Buen Pastor. El ser denominados “ovejas” no nos disminuye, sino que nos rescata de pensar demasiado en nosotros mismos/as. Jesús nos llama a la humildad y la confianza, previniéndonos contra aquellos que trabajan sólo por lo que reciben y llamándonos a tener precaución contra todo lo que pueda arrebatarnos o dispersarnos.
El pastor mantiene a las ovejas a la vista, mirándolas y cuidándolas a lo lejos. Pido a Dios para que me dé la humildad que necesito, que pueda escuchar la voz del Buen Pastor, dejando que me guíe, y confiando en que está guiando también a otros/as, incluso en maneras que no comprendo.
Jesús no es un trabajador contratado: nuestra relación no está basada ni en el comercio ni en mis opciones. Él persigue solamente un bien duradero para mí. Ruego por la humildad, para que yo pueda ser guiada/o; por la confianza, para que yo pueda seguirlo con fe; por pureza de corazón, para no distraerme de la voz del Pastor.
Explicación:
saca lo mas funadamental de eso, no te lo voy a dar todo, verdad??
espero que te aiude :)