Escribe un articulo de opinión corto sobre el covid 19 utilizando las normas de redacción generales.
Respuestas
Respuesta:Las dimensiones humanas de la pandemia del COVID-19 exceden con creces el ámbito de la respuesta sanitaria. Nuestra respuesta ha de ser urgente, coordinada y a escala mundial, y debe ofrecer ayuda inmediata a quienes más lo necesitan. La OIT estima que hasta 25 millones de personas podrían quedarse sin empleo, y que la pérdida de ingresos de los trabajadores podría llegar a los 3,4 billones de dólares estadounidenses.
Empresas de todos los tamaños ya han cesado sus operaciones, han reducido las horas de trabajo y despedido al personal. Muchas están al borde del colapso, a medida que van cerrando tiendas y restaurantes, se cancelan vuelos y reservas de hoteles, y las empresas optan por el trabajo a distancia. Del mismo modo, en el mundo en desarrollo, los trabajadores a destajo, los jornaleros y los comerciantes informales pueden vivir la misma presión ante la necesidad de alimentar a sus familias. Tenemos la posibilidad de salvar millones de puestos de trabajo y de empresas si los gobiernos actúan con determinación para garantizar la continuidad de las empresas, impedir despidos y proteger a los trabajadores vulnerables.
Para ello, debemos asegurarnos de que las empresas, que son la fuente de ingresos de millones de trabajadores, puedan mantenerse a flote durante la fuerte recesión y estén en condiciones de volver a funcionar tan pronto como las condiciones lo permitan. En particular, se necesitarán medidas adaptadas a los trabajadores más vulnerables, incluidos los trabajadores por cuenta propia, los trabajadores a tiempo parcial y los que tienen un empleo temporal, que tal vez no reúnan los requisitos para obtener un seguro de desempleo o de salud, y a los que es más difícil llegar. Mientras los gobiernos tratan de aplanar la curva ascendente de la infección, necesitamos medidas especiales para proteger a los millones de trabajadores de la salud y de la asistencia sanitaria que cada día arriesgan su propia salud por nosotros. El teletrabajo ofrece nuevas posibilidades para que los trabajadores sigan trabajando y los empleadores continúen sus negocios durante la crisis.
Sin embargo, los trabajadores deben poder negociar estas fórmulas laborales para poder mantener el equilibrio con otras responsabilidades, como el cuidado de los hijos, los enfermos o los ancianos y, por supuesto, de ellos mismos. Muchos países ya han introducido paquetes de medidas de estímulo sin precedentes para proteger a la sociedad y la economía, y también para mantener el flujo de dinero hacia los trabajadores y las empresas. Para optimizar la eficacia de esas medidas, es imprescindible que los gobiernos trabajen con las organizaciones de empleadores y sindicatos afin de encontrar soluciones prácticas que preserven la seguridad de la población y protejan los puestos de trabajo. Estas medidas incluyen el apoyo a los ingresos, las subvenciones salariales y subvenciones para los despidos temporarios a quienes tienen un empleo más formal, créditos fiscales a los trabajadores autónomos, y ayuda financiera a las empresas.
Además de aplicar fuertes medidas nacionales, una actuación multilateral decisiva debe ser la piedra angular de una respuesta mundial a un enemigo mundial. La Cumbre virtual extraordinaria del G20 sobre la respuesta de COVID-19 del 26 de marzo fue una primera medida mundial para poner en marcha esta respuesta coordinada.
Respuesta:
Respuesta:Las dimensiones humanas de la pandemia del COVID-19 exceden con creces el ámbito de la respuesta sanitaria. Nuestra respuesta ha de ser urgente, coordinada y a escala mundial, y debe ofrecer ayuda inmediata a quienes más lo necesitan. La OIT estima que hasta 25 millones de personas podrían quedarse sin empleo, y que la pérdida de ingresos de los trabajadores podría llegar a los 3,4 billones de dólares estadounidenses.
Empresas de todos los tamaños ya han cesado sus operaciones, han reducido las horas de trabajo y despedido al personal. Muchas están al borde del colapso, a medida que van cerrando tiendas y restaurantes, se cancelan vuelos y reservas de hoteles, y las empresas optan por el trabajo a distancia. Del mismo modo, en el mundo en desarrollo, los trabajadores a destajo, los jornaleros y los comerciantes informales pueden vivir la misma presión ante la necesidad de alimentar a sus familias. Tenemos la posibilidad de salvar millones de puestos de trabajo y de empresas si los gobiernos actúan con determinación para garantizar la continuidad de las empresas, impedir despidos y proteger a los trabajadores vulnerables.
Para ello, debemos asegurarnos de que las empresas, que son la fuente de ingresos de millones de trabajadores, puedan mantenerse a flote durante la fuerte recesión y estén en condiciones de volver a funcionar tan pronto como las condiciones lo permitan. En particular, se necesitarán medidas adaptadas a los trabajadores más vulnerables, incluidos los trabajadores por cuenta propia, los trabajadores a tiempo parcial y los que tienen un empleo temporal, que tal vez no reúnan los requisitos para obtener un seguro de desempleo o de salud, y a los que es más difícil llegar. Mientras los gobiernos tratan de aplanar la curva ascendente de la infección, necesitamos medidas especiales para proteger a los millones de trabajadores de la salud y de la asistencia sanitaria que cada día arriesgan su propia salud por nosotros. El teletrabajo ofrece nuevas posibilidades para que los trabajadores sigan trabajando y los empleadores continúen sus negocios durante la crisis.
Sin embargo, los trabajadores deben poder negociar estas fórmulas laborales para poder mantener el equilibrio con otras responsabilidades, como el cuidado de los hijos, los enfermos o los ancianos y, por supuesto, de ellos mismos. Muchos países ya han introducido paquetes de medidas de estímulo sin precedentes para proteger a la sociedad y la economía, y también para mantener el flujo de dinero hacia los trabajadores y las empresas. Para optimizar la eficacia de esas medidas, es imprescindible que los gobiernos trabajen con las organizaciones de empleadores y sindicatos afin de encontrar soluciones prácticas que preserven la seguridad de la población y protejan los puestos de trabajo. Estas medidas incluyen el apoyo a los ingresos, las subvenciones salariales y subvenciones para los despidos temporarios a quienes tienen un empleo más formal, créditos fiscales a los trabajadores autónomos, y ayuda financiera a las empresas.
Además de aplicar fuertes medidas nacionales, una actuación multilateral decisiva debe ser la piedra angular de una respuesta mundial a un enemigo mundial. La Cumbre virtual extraordinaria del G20 sobre la respuesta de COVID-19 del 26 de marzo fue una primera medida mundial para poner en marcha esta respuesta coordinada.
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