• Asignatura: Religión
  • Autor: Unaprofesoraenmarcha
  • hace 6 años

QUÉ TE PARECE LA OPINIÓN DEL BAUTISMO SEGÚN SAN GREGORIA NACIANCENO EXPLICA

Respuestas

Respuesta dada por: ghaliaximena453
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Respuesta:

El Bautismo «es el más bello y magnífico de los dones de Dios [...] lo llamamos don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más precioso que hay. Don, porque es conferido a los que no aportan nada; gracia, porque es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios» (San Gregorio Nacianceno, Oratio 40,3-4).

Explicación:

No es fácil encontrar definiciones de belleza, la belleza es una dimensión de los seres que resulta inaprensible, se nos escapa; y es también inefable, solo torpemente podemos hablar de ella. En la mejor tradición filosófica antigua y medieval se define a la belleza como el esplendor del orden, de la verdad, o bien del orden y la forma. Me quedo con esta fórmula que viene a resumir la anterior: “La belleza es el esplendor del orden y de la realidad”[4]. Pues bien, eso es lo que va haciendo el Bautismo en nosotros si nos dejamos y en la medida en que nos dejamos, hacer que con nuestro rostro reflejemos el esplendor del orden y de la realidad. Esto suena a filosofía. Lo es, pero no está lejos de la Palabra de Dios, al contrario se sitúa en la misma línea de que dice San Pablo en una de sus cartas:

“Nosotros, en cambio, con el rostro descubierto, reflejamos, como en un espejo, la gloria del Señor, y somos transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez más glorioso, por la acción del Señor, que es Espíritu” (II Co 3, 18).

Hablamos de un rostro vivo, dinámico, en acción, no de un rostro de fotografía. He aquí el gran efecto visible del Bautismo. ¿Cómo se consigue un rostro así? Solo hay una forma: contemplando, adorando, dedicando largos ratos a estar postrados ante el Señor, en relación personal con Él. No podemos aspirar a más y no debemos quedarnos en menos.

Que el Señor Jesús, verdadero icono del Padre, nos lo haga comprender y el Espíritu Santo nos mueva a desearlo.

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